Variaciones en el microbioma intestinal en poblaciones del Himalaya, relacionadas con la dieta

Sherpa
GREAT HIMALAYA TRAILS - Archivo
Actualizado: viernes, 16 noviembre 2018 7:21

MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las bacterias intestinales de cuatro poblaciones del Himalaya difieren en función de sus estilos de vida dietéticos, según concluye un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California, Estados Unidos, y sus colaboradores, que se publica en la edición de este jueves de 'Plos Biology'.

Las cuatro poblaciones (los Tharu, los Raute, los Raji y los Chepang) viven desde hace mucho tiempo en las estribaciones del Himalaya, con idiomas, prácticas culturales y ascendencia similares. Donde divergen estas cuatro poblaciones es en su historia dietética: los Tharu han practicado la agricultura durante los últimos de 250 a 300 años; los Raute y los Raji han practicado la agricultura durante los últimos entre 30 y 40 años; y los chepang son cazadores-recolectores.

El estudio encontró que la composición de los microorganismos intestinales, también llamados microbioma intestinal, de cada población difería en función de si, y hace cuánto tiempo, se había apartado de un estilo de vida de cazadores-recolectores. "Este estudio indica que los microbiomas humanos pueden haber cambiado gradualmente a medida que cambia el estilo de vida humano, y esas modificiaciones pueden ocurrir en la vida de un humano", dice el autor principal del estudio, Aashish Jha, académico postdoctoral en Stanford.

Investigaciones anteriores han identificado marcadas diferencias entre los microbiomas intestinales de las poblaciones indígenas en África y América del Sur y los de las poblaciones occidentales industrializadas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, este estudio es el primero en mostrar un cambio en las composiciones de microbiomas intestinales entre poblaciones estrechamente relacionadas que viven dentro de la misma área geográfica.

Dentro de cada uno de nuestros intestinos vive una comunidad de billones de bacterias que forman nuestro microbioma intestinal. Estas comunidades bacterianas son esenciales para digerir los alimentos y regular nuestro sistema inmunológico. Comienzan a colonizar los intestinos inmediatamente después del nacimiento y se desarrollan a una velocidad asombrosa una vez que comenzamos a interactuar con nuestro entorno. A medida que crecemos, nuestra exposición a la leche materna, alimentos blandos y, finalmente, frutas, verduras y carnes sólidas ayuda al intestino a establecer un microbioma complejo que desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la salud humana.

Durante la mayor parte de la historia humana, nuestras entrañas fueron expuestas solo a los alimentos silvestres disponibles en nuestro medio ambiente. Comenzando hace unos 1,8 millones de años, durante la época del 'Homo erectus', los humanos eran una especie nómada de cazadores-recolectores cuya dieta consistía en pescado y carne, junto con semillas de temporada, nueces, raíces, verduras y bayas. No fue hasta hace unos 10.000 años que pasamos a la agricultura, alterando radicalmente nuestras dietas, técnicas de cocina y estilo de vida.

Para examinar si este cambio en el estilo de vida afectó a las composiciones de microbiomas intestinales, los autores de este trabajo recogieron muestras de heces de 56 individuos en las cuatro poblaciones del Himalaya y de diez individuos en un grupo de control de norteamericanos de ascendencia europea. Estas muestras fueron recolectadas en el lapso de dos meses.

Los investigadores también recopilaron información sobre la demografía de los individuos, las prácticas dietéticas, el estado de salud, los medicamentos, el consumo de tabaco y alcohol, y varias otras variables ambientales para determinar el grado en que las variaciones en el estilo de vida entre las cuatro poblaciones del Himalaya se correlacionaban con las diferencias en sus microbiomas intestinales.

DISTINCIONES EN EL MICROBIOMA PARALELAS A LA TRANSICIÓN A LA AGRICULTURA

Un análisis de los contenidos de las muestras reveló cuatro tipos distintos de microbioma intestinal y estas distinciones fueron paralelas a la transición de las poblaciones de cazadores-recolectores a agricultores. Los científicos descubrieron que las subdivisiones de bacterias, como 'Ruminobacter' y 'Treponema', que abundan en grupos como los Chepang, disminuyen a medida que las poblaciones se apartan del estilo de vida del cazador-recolector.

En poblaciones totalmente industrializadas, como las de América del Norte, estas bacterias son raras o están completamente ausentes. A la inversa, las cepas de otros filos bacterianos como 'Actinobacteria' y 'Verrucomicrobia' son raras o inexistentes en los cazadores-recolectores, pero aparecen a medida que la agricultura y la industrialización se afianzan.

Dado que Raute y Raji se han pasado a la agricultura en los últimos 30 a 40 años, estos resultados también sugieren que pueden producirse cambios pronunciados en los microbiomas intestinales humanos dentro de las décadas posteriores al abandono de una población de un estilo de vida de cazadores-recolectores.

Un estudio realizado en 2017 en 'Science', dirigido por Justin Sonnenburg, profesor asociado de Microbiología e Inmunología en Stanford, también mostró cambios significativos en el microbioma intestinal en una sociedad de cazadores-recolectores llamada Hadza.

Específicamente, los investigadores encontraron que las bacterias intestinales de los Hadza estaban relacionadas con su dieta que variaba estacionalmente. Junto con el estudio actual, estos hallazgos "realmente hablan del poder de la dieta para impulsar cambios en la microbiota", dice Sonnenburg, autor principal del nuevo artículo.

NUESTRA IDENTIDAD MICROBIANA

Con el microbioma intestinal tan fácilmente influenciado, Sonnenburg se pregunta qué significa esto para nuestra definición de biología humana. "Siempre hemos pensado en los humanos como el ADN humano y La colección de células humanas que tenemos --plantea--. Pero ahora sabemos que tenemos esta identidad microbiana, y que la porción microbiana de nuestra biología es maleable. Puede cambiar en periodos de tiempo realmente cortos".

Los investigadores todavía están trabajando para descubrir qué factores dietéticos y otros factores contribuyen a esta transformación. Hasta el momento, tienen pruebas sólidas que sugieren una correlación entre las fuentes de agua potable de las aldeas y las diferencias en las bacterias intestinales. Esta información puede ser valiosa para futuros estudios que tengan como objetivo examinar las influencias ambientales directas en la salud intestinal.

El siguiente paso es desarrollar una evaluación más detallada que identifique los componentes específicos de la dieta en cada una de las cuatro poblaciones del Himalaya que estén asociados con modificaciones en el microbioma intestinal. "A medida que el mundo se está urbanizando rápidamente, nuestros microbiomas también están cambiando rápidamente --apunta--. Entonces, si no estudiamos las sociedades tradicionales de hoy, 20 años más adelante puede ser demasiado tarde".