La UA y científicos expresan "decepción" por la ausencia de Francis Mojica del Nobel de Química al CRISPR

Francis Mojica
Francis Mojica - UIMP - Archivo
Publicado: miércoles, 7 octubre 2020 14:33

ALICANTE, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Universidad de Alicante (UA) y diversos científicos se han mostrado algo "decepcionados" por el hecho de que el Premio Nobel de Química 2020 otorgado a las investigadoras Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna por la técnica CRISPR no haya reconocido también a Francis Mojica, el especialista ilicitano considerado el 'padre' de la edición genética.

Así, la universidad alcantina ha difundido en redes sociales, tras conocerse la concesión del galardón, el siguiente mensaje: "Contentos y decepcionados a la vez. La técnica CRISPR descubierta por nuestro querido profesor Francis Mojica ha sido reconocida por los Nobel. Nuestra enhorabuena a Emmanuelle Charpientier y Jennifer Doudna ganadoras del Nobel de Química por reescribir el código de la vida".

Sobre esta cuestión, el investigador del Centro Nacional de Biotecnología Lluís Montoliu ha puesto de relieve en un hilo de Twitter que el Nobel "va finalmente para Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna 'the development of a method for genome editing'. Se premian las CRISPR pero NO se reconoce la contribución esencial de Francis Mojica".

Añade un montaje fotográfico con los 12 investigadores "esenciales" para entender la revolución CRISPR. "El Premio Nobel de Química 2020 reconoce a dos de ellas, pero olvida a Virginjus Siksnys, el lituano que también propuso usarlas para edición genética en 2012, y sobre todo a Francis Mojica que la empezó", incide.

En esta misma línea, el neurocientífico Pablo Barrecheguren comenta: "Me parece muy triste que se desprecie tanto la investigación básica. Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna tienen merecidísimo el Nobel por desarrollar las técnicas basadas en CRISPR, pero esas herramientas no existirían sin los descubrimientos de Francis Mojica".

También el investigador y profesor en la Universidad de Heidelberg (Alemania) Sergio Pérez Acebrón se ha pronunciado: "En el informe científico se hace mención a cuatro trabajos de Mojica. Zhang también se ha quedado fuera. Parece que el comité se ha posicionado antes de que acabe toda la guerra de patentes y otros derechos".

"EL RECONOCIMIENTO DE TODOS"

Y la genetista de la Universitat de Barcelona Gemma Marfany Nadal añade: "Nobel merecido pero ha dejado investigadores sin premio aunque lo merecían, como Francis Mojica. Le queda la satisfacción de saber que sin su gran aportación en investigación básica, no existiría este Nobel, y el reconocimiento de todos los que conocemos su trabajo".

Este miércoles se ha conocido que el Premio Nobel de Química 2020 ha sido otorgado a Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna "por el desarrollo de un método para la edición del genoma", según ha informado la Academia de Ciencias de Suecia.

Ambas descubrieron una de las herramientas más afiladas de la tecnología genética: las tijeras genéticas CRISPR / Cas9. Con ellas, los investigadores pueden cambiar el ADN de animales, plantas y microorganismos con una precisión extremadamente alta. Esta tecnología ha tenido un impacto revolucionario en las ciencias de la vida, está contribuyendo a nuevas terapias contra el cáncer y puede hacer realidad el sueño de curar enfermedades hereditarias.

La francesa Charpentier es actualmente directora de la Unidad Max Planck de Ciencia de los Patógenos en Berlín. La estadounidense Doudna es profesora en Berkeley e investigadora en el Howard Hughes Medical Institute. Ambas fueron distinguidas por esta herramienta con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 2015.

Los investigadores necesitan modificar los genes en las células si quieren descubrir el funcionamiento interno de la vida. Esto solía ser un trabajo lento, difícil y, a veces, imposible. Usando las tijeras genéticas CRISPR / Cas9, ahora es posible cambiar el código de vida en el transcurso de unas pocas semanas.

"Hay un poder enorme en esta herramienta genética, que nos afecta a todos. No solo ha revolucionado la ciencia básica, sino que también ha dado lugar a cultivos innovadores y dará lugar a nuevos tratamientos médicos innovadores ", dice en un comunicado Claes Gustafsson, presidente del Comité Nobel de Química.

Como suele ocurrir en la ciencia, el descubrimiento de estas tijeras genéticas fue inesperado. Durante los estudios de Emmanuelle Charpentier sobre Streptococcus pyogenes, una de las bacterias que más daño causan a la humanidad, descubrió una molécula previamente desconocida, el ARNtracr. Su trabajo mostró que el ARNtracr es parte del antiguo sistema inmunológico de las bacterias, CRISPR / Cas, que desarma los virus al escindir su ADN.

Charpentier publicó su descubrimiento en 2011. El mismo año, inició una colaboración con Jennifer Doudna, una bioquímica experimentada con un vasto conocimiento del ARN. Juntos, lograron recrear las tijeras genéticas de las bacterias en un tubo de ensayo y simplificaron los componentes moleculares de las tijeras para que fueran más fáciles de usar.

En un experimento que hizo época, luego reprogramaron las tijeras genéticas. En su forma natural, las tijeras reconocen el ADN de los virus, pero Charpentier y Doudna demostraron que podían controlarse para poder cortar cualquier molécula de ADN en un sitio predeterminado. Donde se corta el ADN, es fácil reescribir el código de la vida.

Desde que Charpentier y Doudna descubrieron las tijeras genéticas CRISPR / Cas9 en 2012, su uso se ha disparado. Esta herramienta ha contribuido a muchos descubrimientos importantes en la investigación básica, y los investigadores de plantas han podido desarrollar cultivos que resisten el moho, las plagas y la sequía.

En medicina, se están realizando ensayos clínicos de nuevas terapias contra el cáncer, y el sueño de poder curar enfermedades hereditarias está a punto de hacerse realidad. Estas tijeras genéticas han llevado las ciencias de la vida a una nueva época y, en muchos sentidos, están aportando el mayor beneficio a la humanidad.