¿Qué tranquiliza más a tu bebé? ¿Hablarle o cantarle?

Bebé en brazos
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Actualizado: miércoles, 28 octubre 2015 14:36

   MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Investigadores de la Universidad de Montreal, en Canadá, han visto que los niños permanecen tranquilos el doble de tiempo cuando escuchan una canción, aunque ni siquiera la conozcan, que cuando oyen a alguien hablar, según los datos de un estudio publicado en la revista 'Infancy'.

   Trabajos previos habían analizado cómo el canto o el habla afectan a la atención de los bebés, pero los autores de este trabajo querían saber cómo afecta al autocontrol emocional de los bebés, ha explicado Isabelle Peretz, del Centro de Investigación del Cerebro, la Música y el Lenguaje de esta universidad canadiense, que recuerda que los adultos deben ayudarles a desarrollar esta capacidad.

   En su investigación, participaron 30 niños sanos de 6 a 9 meses, y el objetivo era determinar si a esas edades tienen la capacidad mental para sincronizar sus comportamientos con la música. De este modo, comprobaron que tienen la capacidad para "dejarse llevar por la música" y vieron que esta capacidad de "arrastre" es incluso mayor que la del habla.

   Los investigadores realizaron una serie de pruebas para ver cómo reaccionaban a la música y se aseguraron de que no había otros factores que pudieran condicionar tales reacciones, como la sensibilidad a la voz de sus madres.

   Tanto el lenguaje como la música utilizadas eran de origen turco, por lo que los menores no estaban familiarizados con ellos. "Esto es importante ya que hay estudios que han demostrado que las canciones que cantamos a los menores se caracterizan por unos tonos y ritmos específicos", ha asegurado Marieve Corbeil, también autora del estudio.

   En segundo lugar, los bebés no fueron expuestos a otros estímulos a pesar de que sus padres estaban en la sala, ya que se sentaron tras ellos y, por tanto, sus expresiones faciales no podían influir en ellos. Además, los niños escucharon grabaciones en lugar de canciones o habla en directo, para asegurarse de que no había ninguna interacción social.

   Los investigadores comenzaron a reproducir las grabaciones cuando los bebés estaban tranquilos y no las paraban hasta que ponían cara de llanto o empezaban a hacer 'pucheros', con las cejas caídas, las esquinas de los labios ladeadas, boca abierta o enrojecimiento de las mejillas, que era la expresión más común para reflejar angustia.

9 MINUTOS HASTA QUE COMENZARON A HACER PUCHEROS

   Al escuchar la canción turca, los bebés mantenían la calma durante una media de nueve minutos. Pero al oír la voz, veían como aguantaban más o menos la mitad, con independencia de que procediera de un adulto u otro niño, ha explicado Corbeil. De hecho, ha reconocido, "el hecho de que no hubiera diferencias significativas entre ambas fue una sorpresa".

   En la siguiente fase del estudio, probaron a exponer a los menores a grabaciones en las que sus madres hablaban o cantaban en francés, su lengua materna, y vieron que los efectos eran los mismos.

   "Nuestros resultados dejan pocas dudas sobre la eficacia de cantar canciones de cuna para mantener la calma de los bebés durante períodos prolongados", ha añadido Peretz, que además muestra su sorpresa de que la tranquilidad fuera mayor cuando la música estaba en un idioma desconocido, ya que al cantar en francés aguantaban una media de seis minutos.

   Los autores consideran que los hallazgos son importantes porque muchas madres, sobre todo en países occidentales, suelen hablar más a sus hijos que cantarles.