Toledo registra este año las máximas concentraciones de arizónicas y cipreses de los últimos 21 años

Las flores en primavera causan alergia
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 6 octubre 2014 22:24

TOLEDO, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

La ciudad de Toledo ha registrado este año las concentraciones máximas de arizónica y ciprés de los últimos 21 años de la zona centro peninsular, según los datos recogidos en el captador de pólenes del Hospital Virgen del Valle, lo que ha provocado en los pacientes síntomas alérgicos muy intensos durante los meses de enero y marzo.

El doctor responsable de la unidad de Aerobiología del servicio de Alergología del centro toledano, Ángel Moral, ha indicado que el captador volumétrico de los pólenes aerovagantes presentes en la atmósfera ha capturado este año un total de 30.800 granos por metro cúbico de pólenes de arizónicas y ciprés, cuando la media anual de los últimos 21 años era de 10.000 granos por metro cúbico, tal y como ha informado en nota de prensa el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).

El facultativo ha explicado que "se consideran cifras elevadas cuando superan los 135 granos por metro cúbico de aire. Este invierno se han producido hasta seis días niveles superiores a 1000 granos por metro cúbico, destacando el 26 de enero de 2014 que se recogieron 3.734 granos por metro cúbico, coincidiendo con vientos superiores a los 80 kilómetros por hora. Hasta entonces el año de mayor concentración era 1998".

Ángel Moral ha afirmado que "estos pólenes suelen dar molestias en forma de picor de ojos, lagrimeo, estornudos, picor de nariz, y mucosidad nasal transparente en los meses de invierno", al tiempo que ha explicado que por la época de aparición es "fácil confundir los síntomas de la alergia a las cupresáceas con infecciones respiratorias o episodios gripales".

INCREMENTO POR LAS ARIZÓNICAS EN URBANIZACIONES

Para el doctor Moral, este incremento de pólenes viene motivado por la profusa utilización de las arizónicas como setos en las urbanizaciones cercanas a Toledo, lo que ha motivado que en diez años se haya incrementado en un 18 por ciento los pacientes alérgicos a estos pólenes.

Asimismo, el especialista ha indicado que otra causa que puede explicar el aumento de alergias a las arizónicas son las partículas eliminadas en la combustión de los motores diésel de los coches, que en la actualidad han superado a los coches con gasolina. "En las ciudades a pesar de existir menos cantidad de pólenes que en las zonas rurales, las enfermedades alérgicas son más frecuentes porque las partículas de emisión diésel producidas por los vehículos y calefacciones crean un ambiente hostil a las arizónicas y estas producen pólenes que presentan proteínas diferentes a los pólenes de zonas no contaminadas".

Así pues, estas nuevas proteínas se denominan de estrés y se producen como un mecanismo de defensa de las plantas ante agresiones, como la contaminación, enfermedades de las plantas o la sequía. Las proteínas de estrés originan pólenes más agresivos en las ciudades y en poblaciones que viven cerca de autopistas en comparación con los pólenes de zonas rurales sin contaminación. Por este motivo, en las ciudades a pesar de existir menos pólenes que en el campo, la presencia de las proteínas de estrés hace que existan más casos de alergia.

PREVISIÓN PRIMAVERAL

En este sentido, el doctor Ángel Moral ha avanzado que las previsiones para los pólenes de gramíneas durante la próxima primavera, debido a las abundantes lluvias recogidas durante los meses de otoño e invierno, indican que habrá niveles moderados-altos, cerca de los 6.000 granos por metro cúbico, algo más bajos que los recogidos en el año 2013, que llegaron a 7.400 granos por metro cúbico.

En cuanto a las previsiones para los pólenes de olivo, Morales ha indicado que esta primavera serán niveles bajos-moderados, ya que por la vecería del olivo, a un año con niveles elevados como los que hubo en el año 2013, se alterna otro de niveles bajos.

En este sentido, ha comentado que en el año 2013 se recogieron 22.000 granos por metro cúbico de pólenes de olivo, que se ha traducido en una de las mejores cosechas de aceituna en la provincia de Toledo de los últimos 20 años, hasta el punto que se ha prolongado su recogida hasta marzo cuando habitualmente finaliza en enero.

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