Pautas para superar 'la crisis de los 40'

Hombre mirándose en el espejo. Crisis de los 40.
Hombre mirándose en el espejo. Crisis de los 40. - GETTY IMAGES / DANIEL LAFLOR - Archivo
Actualizado: lunes, 30 diciembre 2019 9:08

   MADRID, 29 Dic. (EDIZIONES) -

   En la vida muchas veces nos dejamos llevar y hacemos lo que está estipulado socialmente. Trabajar, casarnos, tener hijos pero, ¿realmente es lo que queremos?¿Eso significa ser adulto?¿Y si no estoy conforme con lo que tengo?

   Muchas veces presuponemos que una vez que conseguimos el trabajo adecuado, nos casamos con la persona correcta, tenemos hijos, y compramos una casa, todo está resuelto; cuando en realidad no es así.

   Los cambios emocionales pueden aparecer en cualquier momento entre la edad de los 35-60 años, momento en el que sí o sí, y queramos o no, cuestionamos las elecciones que hemos tomado en nuestra vida, nos damos cuenta de nuestras limitaciones, y nos sentimos estancados. Es lo que comúnmente se conoce como la 'crisis de los 40', aunque puede suceder en ese rango de edad.

   "Todo el mundo atraviesa esta crisis. Todo el mundo va a tener en un momento u otro, durante los 30-40-50 años, va a tener choques que le van a interrogar acerca de sí mismos. Los hay que las crisis son más potentes que otros, pero a lo largo de la vida sí hay etapas de perderte, de decir que no estoy tan asentado como en otro tiempo pasado. Todo el mundo va a tener que confrontar tarde o temprano ciertas preguntas nos guste o no", declara en una entrevista con Infosalus la vicepresidenta de formación de la Sociedad Española Psicología Analítica (SEPA), Maite Alcón.

Esta experta señala que en la vida hay momentos que se llaman 'bisagra', o donde se pone la página totalmente en blanco, y pueden venir por cualquier acontecimiento externo o interno. Estos dejan a la persona desposeída de lo que hasta ese momento tenía sentido para él. Por ejemplo, como consecuencia de que se le queme la casa, sufra un accidente, se le diagnostique una enfermedad, le deje la pareja, o le echen del trabajo, es decir, cualquier acontecimiento que ponga en entredicho lo que hasta entonces representaba el sentido de su vida.

   Alcón describe que hay dos mundos, el mundo hacia el exterior y el mundo hacia el interior, y es hacia la segunda mitad de la vida cuando suele abrirse ese mundo hacia adentro. "En la primera mitad de la vida construimos nuestra vida, nuestra personalidad, pero muchas veces esto no se corresponde con lo que realmente somos, el trabajo que tenemos, la familia que hemos construido, por ejemplo, y una vez esto está hecho aparecen las preguntas más hondas, ¿hago lo que realmente yo soy? ¿Qué sentido tiene esto? Suele coincidir con los 40 y se ve que esto no soy yo", señala.

   Es entonces cuando surge una "insatisfacción profunda", una depresión, que no sabes de dónde viene, y su origen tiene lugar en que llaman a la puerta preguntas más hondas sobre qué sentido tiene lo que haces, tu vida en definitiva, según remarca la vicepresidenta de formación de la SEPA.

¿LA SUFREN MÁS LOS HOMBRES?

   Pese a la creencia de que son los hombres quienes más sufren esta 'crisis de los 40', Alcón subraya que esta etapa "no tiene distinción sexual", si bien recalca que puede manifestarse de forma diferente según el sexo. "En las mujeres, por ejemplo, si han seguido un rol de ser madre, o de cuidar el hogar, llegan a los 40-45 donde sus hijos son mayores y se han ido y entran en una profunda crisis. En los hombres puede aparecer el miedo a envejecer, el hastío de su carrera profesional. Aparecen en formatos diferentes pero el movimiento y el desplazamiento de la psique que se da es el mismo", subraya la psicóloga.

   Alcón se ha encargado de supervisar la traducción al castellano de 'La otra mitad del camino. Dar sentido a la segunda parte de la vida' (Aurum Volatile), una guía elaborada por el psicólogo jungiano James Hollis sobre esta temida 'crisis de los 40', y en la que el experto dice que en la segunda mitad de la vida hay que conseguir la 'autoridad personal', el buscar lo que tiene valor para ti.

   "Eso te lleva a conectar con una espiritualidad madura, es decir, a reconocer el misterio que está implícito en la vida, que no es todo material, no es todo racional. Hay que crear un puente interior de relación con los aspectos que no hemos visto en la primera mitad de la vida", señala.

CÓMO SUPERAR ESA CRISIS DE LOS 40

   En primer lugar, Alcón sostiene que cuando una persona entra en crisis, los primeros pasos que se dan van dirigidos a negarlo, 'esto no me puede pasar a mí'. Después insistimos en lo que conocemos, los patrones que llevamos de conducta, en nuestras actitudes y valores que intentamos reforzar para recuperar lo que teníamos.

   "Y ya cuando todo esto lo has quemado y no da resultado surge una desesperación y después te rindes. Hay que llegar al reconocimiento primero de que algo me está sucediendo. Y una vez que ha llegado, a veces es necesario una intervención terapéutica, buscar ayuda para ordenar y sobre todo para dar sentido a esa crisis que está sucediendo, porque si no se le da sentido hay más sufrimiento. Cuando al sufrimiento se le da significado, éste disminuye enormemente", aclara Alcón.

   A su juicio, lo que es más importante en el sufrimiento de la vida es encontrar el origen del mismo. "Cuando una persona está en crisis, aunque intentamos salir de ella como sea, por ejemplo, al irnos de viaje, es inevitable, la crisis hay que atravesarla aunque intentemos evitarla, y cuanto más conscientes seamos, mejor, más podremos acompañarla para una buena resolución. La crisis lo que nos trae es una engrandecimiento de nuestra personalidad", subraya.

   Finalmente, Alcón advierte sobre dos aspectos. En primer lugar, sobre el hecho de que hay personas que se identifican con ese dolor que surge ante esta crisis de los 40, y pueden quedarse ahí estancadas, y por eso dice que importante la intervención terapéutica y el trabajo con nuestro interior.

   Después, la vicepresidenta de formación de la SEPA llama la atención sobre las 'anestesias', o mecanismos para evadir esa crisis de los 40, las drogas, ver la televisión, buscar sensaciones, el dinero, el sexo, que nos llevan a dejar en el olvido las preguntas, aunque éstas seguirán estando ahí, y si no las resolvemos "saldrán con fuerza".