Un test genético permite detectar la predisposición de hombres y mujeres a desarrollar calvicie común

Actualizado: miércoles, 27 mayo 2009 15:39

La alopecia androgenética afecta a un 50% de hombres y un 40% de mujeres mayores de 50 años

MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo test genético permite detectar la predisposición que tienen hombres y mujeres a desarrollar alopecia androgenética, conocida como calvicie común, que afecta a un 50 por ciento de los hombres y a un 40 por ciento de las mujeres, mayores de 50 años, según destacaron hoy expertos en Dermatología en la presentación de esta prueba genética.

Este test localiza variaciones en el genoma asociadas con la calvicie común, y es el gen receptor de andrógenos el más importante. El director médico de la compañía que desarrolla esta prueba en España, Svenson, el doctor Víctor Salagaray, explicó que en los hombres esta prueba busca en el gen receptor de andrógenos (AR), que se encuentra en el cromosoma X, dos tipos de variantes concretas: G y A.

Según explicó, los hombres que tienen la variante G, 'Single Nucleotide Polymorphiism (SNP) rs 6152', son considerados de alto riesgo, ya que tienen más del 70 por ciento de posibilidades de sufrir calvicie común, mientras que los que tienen la variante A son considerados de bajo riesgo al tener menos de un 15 por ciento de posibilidades de perder el pelo.

En el caso de las mujeres, este test determina la longitud del trinucleótido CAG del alelo corto del cromosoma X del gen del receptor de andrógenos. Las mujeres con una longitud mayor tienen menor riesgo de desarrollar alopecia androgenética, mientras que las que tienen una longitud menor tienen un altísimo riesgo de desarrollar calvicie común ya que hasta el 97,7 por ciento de ellas puede desarrollarla.

Los expertos señalan que la observación de la calidad del pelo de los familiares directos, aunque puede ser orientativo, no es un elemento clave para detectar la calvicie común debido a que ésta tiene un componente multigénico y a que las alteraciones genéticas que se producen en el gen del receptor androgenético pueden permanecer ocultas, saltarse generaciones, o sucederse sin interrupción.

Por ello, destacan que este test también es interesante para aquellas personas que estén sufriendo pérdida de cabello y necesiten acotar las causas de la misma, como suele ser frecuente en las mujeres.

TRATAMIENTO PREVENTIVO A TIEMPO

La jefa de la Sección de Dermatología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y presidenta de la Sociedad de Dermatología de la Comunidad de Madrid, la doctora Aurora Guerra, explicó que cuando una persona padece alopecia androgenética el pelo que nace es pequeño y débil. "El pelo se miniaturiza hasta hacerlo casi invisible, y cuando el pelo se encuentra en esta en esta situación es casi imposible regenerarlo", señaló.

Respecto a los factores genéticos, la doctora Guerra señaló que las hormonas masculinas se modifican a través de una encima que hace que la testosterona se convierta en dihidrotestosterona. Esa hormona, cuando está cerca del pelo, lo ataca haciendo que cada vez sea más débil y más fino, que es lo que ocurre en la alopecia. "Esto tiene remedio, pero cuanto más tarde se comience el tratamiento los resultados serán peores", advirtió.

Entre los tratamientos posibles, esta experta en Dermatología destacó la finasterida en el varón o el trasplante en la mujer, entre otros. En este sentido, la doctora guerra matizó que existen diferencias entre ambos sexos, ya que en el hombre prima una encima, en la que se centran los objetivos terapéuticos, pero en la mujer, además de esa encima hay una serie de moléculas que transforman estrógenos de la mujer en andrógenos.

"Esa diferencia es la que hay que tener en cuenta", subrayó y añadió que, además, la mujer tiene una biología diferente, ya que tiene menstruaciones y tiene embarazos. Por lo tanto, señaló que ese conjunto es el que hay que tener en cuenta a la hora de aplicar un tratamiento y personalizarlo de forma diferente al hombre. "En la mujer hay que utilizar antiandrógenos con acción feminizante, que no interfieran en las reglas o que se puedan controlar y, si se usa finasterida, la dosis ha de ser diferente", precisó.