Las tasas de mortalidad por cesárea son mucho más altas en los países en desarrollo

Cesárea
ASTAFFOLANI/WIKIMEDIA COMMONS - Archivo
Publicado: viernes, 29 marzo 2019 7:50

   MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Las cesáreas amenazan de manera desproporcionada las vidas de mujeres y bebés en países de ingresos bajos y medios (LMIC, por sus siglas en inglés), según un estudio dirigido por la Universidad Queen Mary de Londres, en Reino Unido. El análisis de los datos de 12 millones de embarazos, publicado en 'The Lancet', revela que las muertes maternas en LMIC son cien veces más altas que en algunos países de ingresos altos, y un tercio de todos los bebés en algunas regiones no sobreviven a la cesárea.

   El primer autor, el doctor Soha Sobhy, de la Universidad Queen Mary de Londres, afirma: "Según nuestro conocimiento, este es el estudio más extenso y completo hasta la fecha sobre los riesgos de muerte después de una cesárea. Los resultados para las mujeres en los países de ingresos bajos y medios son mucho peor de lo que esperábamos. En el África subsahariana, una de cada 100 mujeres que tiene una cesárea morirá, cien veces más que las mujeres en Reino Unido. Los resultados para sus bebés son aún peores: el 8 por ciento no sobrevive más de una semana".

   La autora principal, la profesora Shakila Thangaratinam, de la Universidad Queen Mary de Londres, agrega: "Las cesáreas son la operación más comúnmente realizada en todo el mundo. Están destinadas a salvar las vidas tanto de la madre como del bebé, pero debido a muchos factores, como acceso deficiente y referencias tardías, procedimientos inadecuados, recursos y capacitación deficientes, no siempre es así".

   Y añade: "Ahora que conocemos los factores de riesgo y los países asociados con resultados deficientes, podemos hacer un esfuerzo más específico para mejorar las condiciones de las madres en todo el mundo, de modo que se puedan realizar cesáreas oportunas y seguras donde sea necesario".

   Cada año, 300.000 mujeres mueren durante el parto, el 99 por ciento de las cuales son de LMIC. Se requiere acceso oportuno a la cesárea cuando sea necesario para un parto seguro, pero los procedimientos se realizan muy poco y demasiado tarde o demasiado y muy pronto. El análisis examinó los datos de 196 estudios de 67 LMIC, que cubrían 12 millones de embarazos.

UNA CUARTA PARTE DE MUJERES QUE MURIÓ EN EL PARTO TUVO UNA CESÁREA

   Los investigadores hallaron un riesgo de muerte materna en mujeres con LMIC sometidas a cesárea de 7,6 por cada 1.000 procedimientos, aproximadamente 100 veces más que en Reino Unido (8/100.000). La carga más alta estaba en el África subsahariana (10,9/1.000). La tasa general de muerte fetal en los bebés nacidos por cesárea fue de 56,6 por 1.000, con las tasas más altas en África subsahariana (82,5 sobre 1.000).

   La tasa de mortalidad perinatal (mortinatos y muertes en la primera semana de vida) fue de 84,7 por cada 1.000 cesáreas, con las tasas más altas en Oriente Medio y África del Norte (354,6 sobre 1.000). Una cuarta parte de todas las mujeres en LMIC que murieron durante el parto tuvieron una cesárea (23,8 por ciento).

   Las mujeres que se sometieron a una cesárea de emergencia en los LMIC tuvieron el doble de probabilidades de morir que las que dieron a luz una cesárea electiva. Las probabilidades aumentaron 12 veces cuando la cesárea se realizó en trabajo de parto avanzado con dilatación completa del cuello uterino (segunda etapa) que en la primera etapa.

   Las muertes perinatales se multiplicaron por cinco en las cesáreas de emergencia frente a las cesáreas electivas, y por diez veces cuando se realizaron en la segunda etapa del parto frente a la primera etapa del parto. Las tasas de mortalidad materna fueron particularmente elevas en los países con tasas muy bajas de cesáreas, destacando los problemas de muy poco acceso y demasiado tarde. Un tercio de todas las muertes después de una cesárea se atribuyó a hemorragia posparto (32 por ciento), preeclampsia (19 por ciento) y sepsis (22 por ciento), y 14 por ciento, a causas relacionadas con la anestesia.

MEJORAR EL ACCESO A LA CESÁREA Y SU USO ADECUADO

   Sobre la base de estos hallazgos, los investigadores piden a los encargados de formular políticas y a los profesionales de la salud que mejoren el acceso a la cirugía, promuevan el uso adecuado del procedimiento, brinden entornos quirúrgicos seguros y aumenten la reanimación neonatal para ayudar a mejorar los resultados en los bebés.

   El equipo de científicos también destaca que la capacitación en gestión laboral debe cubrir por qué se realizan las cesáreas para reducir las cesáreas inadecuadas y promover una reducción en las cesáreas realizadas en la segunda etapa del parto, que son las de mayor riesgo.

   El hallazgo de que la hemorragia postparto fue la causa más común de muerte materna después de una cesárea, destaca las brechas en recursos y habilidades para gestionar la hemorragia obstétrica masiva y la necesidad de capacitación específica en esta área.

   El trabajo se llevó a cabo en el Centro de Investigación de Barts para la Salud de la Mujer, con sede en la Universidad Queen Mary de Londres, financiado por 'Barts Charity', y en colaboración con la Organización Mundial de la Salud. Francesca Gliubich, directora de subvenciones de 'Barts Charity', dice: "Esta investigación ayudará a aportar información sobre las políticas de salud global alrededor de las cesáreas y a evitar las muertes evitables tanto de madres como de bebés".

   El estudio también fue financiado por el Instituto Nacional para la Investigación en Salud (NIHR, por sus siglas en inglés), Ammalife Charity y el ELLY Appeal. Las opiniones expresadas son las de los autores y no necesariamente las del NIHR o el Departamento de Salud y Asistencia Social.

   Los hallazgos están limitados por las diferencias en las características de la población y el equipo no pudo ajustar los factores obstétricos y socioeconómicos subyacentes. Tampoco fue posible determinar si los resultados adversos después de la cesárea se debieron al procedimiento o a un factor de riesgo preexistente. Se publicaron muy pocos estudios en algunas regiones, como Europa y Asia central, Oriente Medio y África del Norte, y pueden afectar a la generalización de los resultados.