Una tarjeta identifica a los anticoagulados para que, en caso de urgencia, tengan un diagnóstico y tratamiento preciso

Tarjeta de anticoagulados
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 13 diciembre 2012 15:15

SEMES denuncia trabas burocráticas en la prescripción de los nuevos anticoagulantes orales


MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN) ha presentado este jueves la primera tarjeta identificativa para pacientes anticoagulados, traducida al castellano, inglés y chino, para que, ante una urgencia, los sanitarios puedan conocer su condición y hacer un diagnóstico y tratamiento preciso.

Tal y como ha explicado el presidente de FEASAN, Luciano Arochena, esta tarjeta es muy útil en el caso de que el paciente pierda la conciencia o se encuentre en un país lejano del que desconoce su idioma y tenga alguna urgencia.

Entonces, gracias a esta tarjeta en la que viene indicada su condición y el tratamiento que está recibiendo, el facultativo correspondiente podrá realizar un diagnóstico y tratamiento preciso.

Para ello, FESAN repartirá 20.000 tarjetas en las asociaciones y la propia federación y, con el tiempo, se distribuirá también en los centros de salud y en las Oficinas de Farmacia. Junto a ella, se incluye un folleto explicativo con las pautas para una adecuada utilización.

El paciente tendrá que acudir donde su médico para que le rellene el apartado que corresponde al tratamiento que está recibiendo y, tras ello, podrá llevarla en "la cartera o un lugar visible", ha dicho este experto, para luego afirmar que "más vale prevenir que curar".

Por su parte, la doctora María Ángeles Fernández, especialista en Hematología y Hemoterapia y asesora científica de FEASAN, ha subrayado la importancia de que este tipo de pacientes sean identificados como "que toman un fármaco que modifica su coagulación".

Así, gracias a esta tarjeta, que "alerta de que tiene modificada la coagulación obliga a que el médico (en caso de urgencia) rellene el apartado de estudio de coagulación para verificar que está normal por si hay que corregir el defecto de la coagulación", ha señalado.

Esta experta ha destacado también la importancia de un paciente concienciado con su enfermedad, un aspecto que tradicionalmente ha sido entendido por los profesionales sanitarios, a su parecer, como "que se mete en un terreno que no le corresponde". "Tienen el deber de colaborar. Contribuye en un sentido positivo", ha apostillado.

De la misma opinión es el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), el doctor Tomás Toranzo, para quien cobra importancia un "paciente corresponsable" en un Sistema Sanitario de Salud (SNS) que está perdiendo paternalismo.

"Si se desconoce la circunstancia, el paciente está en un serio riesgo. Si no se conoce bien la información, se puede confundir el diagnóstico", ha alertado este experto.

TRABAS BUROCRÁTICAS A LOS NUEVOS ANTICOAGULANTES ORALES

Por otro lado, Toranzo ha denunciado "factores de inequidad" entre comunidades autónomas a la hora de prescribir los nuevos tratamientos anticoagulantes orales recomendados para ciertas indicaciones, que "son estrictamente necesarios" y "enormemente eficaces". A su juicio, esta situación responde a un "malentendido ahorro".

Y, de este modo, ha avisado de que, en Extremadura, los facultativos de Urgencias de la provincia de Badajoz tienen dificultades para prescribir estos medicamentos, mientras que, en la de Cáceres, no existen tales problemas. Lo mismo ocurre en las comunidades autónomas de Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-León, La Rioja y Murcia, donde los profesionales sanitarios encargados de su prescripción también están encontrándose con trabas burocráticas en la prescripción de estos fármacos.

Con todo, este experto ha lamentado la "desconfianza" que tiene la Administración hacia los profesionales sanitarios y ha señalado que los pacientes anticoagulados "tienen derecho a estar bien desde el principio hasta el final".

Cerca de 800.000 personas están anticoaguladas en España. Además de los casi 300.000 pacientes que acuden con fibrilación a Urgencias cada año, casi la mitad están anticoagulados.