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MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
El tamoxifeno, un medicamento para el cáncer de mama anti-estrógeno, podría reducir el riesgo de mortalidad en el cáncer de pulmón, según un estudio del Registro del Cáncer de Ginebra en Suiza que se publica en la revista 'Cancer'. El trabajo apoya la hipótesis de que existe una influencia hormonal sobre el cáncer de pulmón y que los niveles de estrógeno juegan un papel en la evolución del cáncer de pulmón.
Investigaciones previas sugieren que la terapia hormonal en la menopausia aumenta el riesgo de las mujeres de morir de cáncer de pulmón. Si esto fuera cierto, el uso de anti-estrógenos debería tener el efecto opuesto.
Los científicos, dirigidos por Elisabetta Rapiti, compararon la incidencia del cáncer de pulmón y la mortalidad entre pacientes de cáncer de mama que eran tratados con o sin terapia anti-estrógenos. El estudio incluyó a 6.655 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama entre 1980 y 2003 y registradas en el Registro del Cáncer de Ginebra. Entre estas mujeres, el 46 por ciento recibía anti-estrógenos. Todas las mujeres fueron seguidas hasta diciembre de 2007.
Los investigadores descubrieron que 40 mujeres del estudio desarrollaron cáncer de pulmón. Las incidencias del cáncer de pulmón no eran diferentes entre los pacientes de cáncer de mama que fueron tratados o no con anti-estrógenos en comparación con la población general, sin embargo, murieron menos mujeres de cáncer de pulmón en el grupo que tomaba los anti-estrógenos. En concreto, se dieron un 87 por ciento menos de casos de muerte debido al cáncer de pulmón en este grupo de anti-estrógenos en comparación con la población general.
"Nuestros resultados apoyan la hipótesis de que existe una influencia hormonal sobre el cáncer de pulmón sugerida por descubrimientos como la presencia de receptores de estrógenos y progesterona en una proporción sustancial de cánceres de pulmón", explica Rapiti.
El investigador concluye que si los estudios prospectivos confirman los resultados y descubren que los agentes anti-estrógenos mejoran la evolución del cáncer de pulmón, esto podría tener implicaciones sustanciales para la práctica clínica.
