Sólo un 26% de los pacientes con enfermedad coronaria tienen controlado el colesterol

Colesterol
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Actualizado: miércoles, 21 diciembre 2016 13:43

MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

Sólo el 26 por ciento de los pacientes con enfermedad coronaria cumplen la recomendación de las guías europeas de hipercolesterolemia que aconsejan que estos deben tener el colesterol LDL por debajo de los 70mg/dl tal y como desprende el estudio REPAR (Registro Español sobre el control lípidico en pacientes de muy alto riesgo) recién publicado en la revista de la Sociedad Española de Cardiología 'SEC' y en la revista Española de Cardilogía 'REC'.

En este trabajo observacional, prospectivo, multicéntrico y nacional, con un total de 1.103 pacientes con enfermedad coronaria estable, se ha comprobado que, a pesar de existir un mal control del perfil lipídico en estos casos, ya que solo un 26 por ciento presentaba el LDL <70 mg/ml, en un 70 por ciento de los casos el médico no realiza ningún cambio en el tratamiento a pesar del mal resultado en los niveles de colesterol del paciente.

"Estos resultados son preocupantes porque estos pacientes ya tienen enfermedad establecida, por lo que se encuentran en prevención secundaria, y hay suficiente evidencia científica sobre las estrategias de reducción del cLDL, asociadas a una reducción significativa de la morbimortalidad coronaria. En concreto, con cada reducción de 40mg del cLDL se reduce un 20 por ciento el riesgo de cualquier evento cardiovascular", ha explicado el miembro de la Sociedad Española de Cardiología, jefe del Servicio de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona y primer firmante de este artículo, el doctor Enrique Galve.

Entre los factores asociados a un control del cLDL <70 mg/ml se encontraba en primer lugar el uso de tratamiento hipolipemiante de alta potencia, y también se registró mejor control en los pacientes diabéticos, los sujetos con buenos hábitos de dieta y ejercicio y los que presentaban una frecuencia cardiaca más baja y mejor control de la presión arterial.

En este sentido, uno de los datos destacados del estudio es que solo un 45 por ciento de los pacientes reciben tratamientos hipolipemiantes de alta potencia, por lo que se observa un amplio margen de mejora hacia estrategias que fomenten un aumento de las dosis, el empleo de combinaciones de fármacos y, sobre todo, la superación de la inercia terapéutica.

Entre los motivos que provocan esta inercia en la prescripción que mantiene al paciente coronario con mal control lipídico destaca el doctor Galve que, "entre los principales se encuentran la falta de conocimiento, y sobre todo la falta de acuerdo con las nuevas guías de práctica clínica, una sobreestimación por parte de los médicos de los pacientes que tienen bien controlados, una focalización excesiva a la fase aguda de la enfermedad, en la que circunstancialmente disminuyen los niveles de LDL, la falta de hábito en el uso de combinaciones para el tratamiento de la dislipemia o el temor a los efectos secundarios de las estatinas aunque los efectos adversos irreversibles asociados a estos fármacos son totalmente excepcionales, por lo que ese temor no está justificado".

Otra de las causas que se nombran son la sobrecarga asistencial, si bien otros estudios que han analizado si este factor afecta al control del colesterol no han encontrado correlación directa, así como la priorización de uso de fármacos genéricos de menor potencia por parte del sistema sanitario.

El c-LDL no es solo un 'marcador' de enfermedad coronaria, sino que es el elemento causal de la aterosclerosis, la lesión básica que obstruye los vasos coronarios dando lugar finalmente a la angina de pecho y al infarto de miocardio.

"Todos los estudios científicos indican que 'cuanto más bajo, mejor' y aún no se ha encontrado que descensos importantes del colesterol se asocien a efectos secundarios adversos", ha concluido el doctor Galve.

El estudio ha sido elaborado por cardiólogos del Servicio de Cardiología, Hospital General Universitario Vall d'Hebron (Barcelona); el Departamento de Cardiología, Hospital de San Juan, San Juan de Alicante, (Alicante); el Servicio de Cardiología, Hospital Universitario de Bellvitge, L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona); el Departamento de Cardiología, Complejo Hospitalario Universitario, Santiago de Compostela, (A Coruña) y ha contado con la colaboración de la farmacéutica Ferrer Internacional.