La soledad perjudica a la salud del 10% de los ancianos

La soledad causa afecciones físicas o psíquicas a los ancianos
Foto: DAVID HODGSON
Actualizado: martes, 24 noviembre 2015 15:38

MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -

   El 10 por ciento de las personas mayores de 65 años sufre soledad maligna, que es aquella que compromete gravemente su salud física o psíquica. Además, el 70 por ciento de estas padece un problema de salud mental asociado a la soledad, por lo que la soledad y el aislamiento en la gente mayor como factor de riesgo es uno de los temas que se han tratado en la XX edición de las Jornadas de Actualización en Psicogeriatría, que tienen lugar este viernes y este sábado en Barcelona.

  ¿CÓMO AFECTA LA SOLEDAD A LOS MAYORES?

   La soledad puede afectar al funcionamiento cerebral de una forma similar al estrés crónico, desencadenando una serie de respuestas anómalas a nivel endocrino o inmunológico que favorecen la aparición de diversas patologías. "Las más comunes son la hipertensión arterial, la diabetes, las infecciones repetidas, la ansiedad o la depresión", ha señalado el director del Instituto de Investigaciones Psiquiátricas de Hermanas Hospitalaria, el doctor Manuel Martín Carrasco.

   En el caso de las personas mayores, estas son más vulnerables a los efectos de la soledad debido a la disminución de la resiliencia fisiológica, que es la capacidad del organismo de soportar y adaptarse a condiciones adversas, y a la reducción de los mecanismos de reparación, como consecuencias naturales del envejecimiento.

   A lo largo de la vida, una persona experimenta diferentes fases durante las que se va consolidando su socialización. La más importante es, según el doctor Martín Carrasco, la edad temprana, de los 0 a los 3 años de vida, ya que determina el tipo de relaciones sociales que acontecerán en el futuro.

   Cuando en la primera etapa de la vida los vínculos sociales se forman de manera adecuada, esto aporta confianza, seguridad y fortaleza. Por el contrario, si la socialización es temerosa, al no establecerse una relación de confianza con el prójimo, la persona tendrá relaciones sociales basadas en la dependencia o en el control. Asimismo, si la vinculación social es intermitente, el estilo de socialización será desorganizado y caótico.

   Por ello, cuando la persona es mayor y se encuentra sola, un factor esencial a tener en cuenta para disminuir su sentimiento de soledad es el tipo de socialización que ha experimentado. En este sentido, es mucho más complejo mejorar las relaciones sociales de una persona mayor si su proceso de socialización fue temeroso o desorganizado que, si por circunstancias de la vida se ha quedado sola.

   Respecto a esto el especialista ha señalado que "cuando se observa una larga trayectoria de soledad o problemas en las relaciones sociales, muchas veces es necesario un abordaje personalizado y una intervención psicológica e, incluso, psiquiátrica, sobre todo si estas situaciones no fueron tratadas con anterioridad de forma adecuada".

   Sin embargo, según el doctor Martín Carrasco, si la socialización de la persona fue satisfactoria hay muchas intervenciones que pueden resultar eficaces, especialmente las destinadas a mejorar la red social.