Los síntomas no motores del Parkinson pueden ayudar a diagnosticar precozmente la enfermedad, según experto

Actualizado: lunes, 25 mayo 2009 20:04

MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -

Los síntomas no motores de la enfermedad de Parkinson tales como estreñimiento, pérdida del sentido del olfato o determinados trastornos del sueño son un problema añadido en el cuidado de estos pacientes que, sin embargo, aparecen desde años antes de las manifestaciones motoras y pueden ayudar en el diagnóstico precoz, según destacó el miembro de la Unidad de Neuroepidemiología del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, Pablo Fernández-Martín, durante unas jornadas celebradas en Madrid por UCB Pharma.

Frente a los síntomas más conocidos del Parkinson, como son el temblor, la rigidez, el agarrotamiento de las extremidades y el tronco, bradicinesia o lentitud en los movimientos, alteraciones posturales y de la marcha o deterioro del equilibrio, existen otros síntomas, los llamados no motores, que en los últimos cinco años han despertado el interés de los profesionales médicos.

Además, el promedio de síntomas no motores es de 10 por paciente y pueden manifestarse desde años antes de las manifestaciones motoras, de ahí que "pueden ayudar en el diagnóstico precoz del Parkinson", insistió este experto.

En este sentido, actualmente existe una investigación muy activa sobre su origen y fisiopatogenia, tratamiento y manejo de las complicaciones. Además, aspectos relacionados con la genética, la neuroprotección y la terapia de las manifestaciones no motoras, como la demencia, trastornos disautonómicos, alteraciones del sueño o psicopatológicas, son específicamente, objeto de intensos esfuerzos en investigación.

A la hora de valorar las dificultades en el diagnóstico, este experto reconoce que "las primeras manifestaciones de la enfermedad son especialmente sutiles", por lo que diferenciar cierta torpeza motora de una mano con respecto a la otra puede ser difícil y atribuible a problemas osteoarticulares o a la edad, entre otros.

"Hasta que se aprecia con claridad la conjunción de un par de signos definitorios, aunque sean muy leves, como bradicinesia y temblor característico, es difícil etiquetar el trastorno con certidumbre", puntualizó.