El Síndrome del Ciclista: un dolor pélvico crónico de difícil diagnóstico

CICLISTA, SILLÍN, BICICLETA
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Actualizado: domingo, 16 julio 2017 12:11

   MADRID, 16 Jul. (EDIZIONES) -

   Al síndrome de Atrapamiento del nervio pudendo se le conoce como el 'Síndrome del ciclista' porque tiene mucha incidencia en los practicantes de esta disciplina deportiva a nivel profesional, o en aquellas personas que pasan muchas horas sentados en sillín duro, o en una posición que puede provocar el atrapamiento de este nervio.

   No obstante, se puede dar este problema en personas que no practiquen este deporte, pero sí que sufran un atrapamiento de nervio por otras causas, generalmente traumáticas, como un parto complejo, una caída de culo en la zona del coxis o por suturas profundas.

   Así lo explica a Infosalus el jefe clínico de Ginecología del Hospital Sant Pau de Barcelona, Oriol Porta, quien lamenta que todavía hoy en día sea "difícil de diagnosticar por la falta de conocimiento de los propios profesionales", ya que se manifiesta en forma de un dolor de unas características inespecíficas.

   "No es un síndrome que aparezca en los manuales de medicina. Los médicos suelen tardar en diagnosticarlos. A esto hay que sumarle que cualquier dolor cuando se cronifica se desdibuja y va a afectando a más áreas. Por lo que puede generarse un solapamiento de síntomas con otras vísceras de la pelvis que dificulta el llegar a un diagnóstico claro", destaca Porta.

   En concreto, el nervio pudendo nace de las raíces sacras y se dirige hacia la pelvis para dar sus tres ramas terminales: el nervio dorsal del pene o del clítoris, el nervio rectal inferior y el nervio perineal. Según precisa la Asociación de Dolor Pélvico Perineal Crónico (ADOPEC), para la que Porta colabora, la neuralgia del nervio pudendo se encuentra principalmente en mujeres de entre 50 y 70 años, aunque también tiene incidencia en hombres.

   "La neuralgia del nervio pudendo es una enfermedad compleja y de muy difícil manejo. Hay pacientes con una sintomatología rebelde a todo tipo de tratamientos y que deben estar tumbados para no tener dolor. También hay pacientes que vivían tumbados y que con el tratamiento adecuado consiguen recuperar una vida normal", señala la asociación.

CARACTERÍSTICAS DEL DOLOR PERINEAL CRÓNICO

   En concreto, señala que la topografía del dolor es perineal, desde el pene o clítoris hasta el ano, aunque puede tener irradiaciones hacia la vulva o el escroto. A su vez, puede ser unilateral o bilateral. Por otro lado, su aparición puede ser desde súbita y mantenerse constante hasta tener periodos de remisión. Igualmente, indica que el tipo de dolor es neuropático, y la postura es un factor determinante para su aparición.

   "El nervio pudendo es un nervio que tiene un grado de movilidad muy reducido debido a su trayecto anatómico. Este hecho explica por qué los pacientes experimentan un aumento del dolor cuando están sentados, ya que en esta posición el nervio pierde movilidad y es comprimido por las estructuras que lo rodean. Para evitar el dolor, los pacientes se sientan en estructuras con agujeros en medio o viven de pie o están tumbados", explican.

   Una quemazón intensa, descargas eléctricas, o sensación de agujas clavadas son algunos de los síntomas que refieren los pacientes que sufren de una neuralgia del nervio pudendo, una enfermedad que afecta a la parte más intima del cuerpo, aquella que inerva el nervio pudendo, desde el pene o clítoris hasta el ano.

   En este sentido, Porta describe los síntomas como un dolor de características neuropáticas, constante pero con oscilaciones, tipo punción, una quemazón con ardor, no es exactamente picor. Además, dice que hay algunas posiciones que lo agravan, como el estar sentado sobre una superficie dura, y otras que lo mejoran como el estar tumbado. "Se asocia también a la sensación de tener una pelota de golf en el recto o en la vagina, a una sensación constante de pesadez", apostilla.

   En algunos pacientes esta enfermedad no sólo se manifiesta como un dolor perineal sino que también puede expresarse como una sintomatología a nivel urinario, sexual o digestivo. La compresión del nervio provoca una contractura de la musculatura pélvica que puede inducir estreñimiento, dificultad para orinar o dolor con las relaciones sexuales. También, se halla un aumento de la sensibilidad cutánea, de mucosas o de los órganos vecinos (vejiga, recto, útero).

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

   Para su diagnóstico, explica que se definieron unos parámetros clínicos, los 'Criterios de Nantes':

    - El dolor tiene que localizarse en el territorio inervado por el nervio pudendo: desde el clítoris o pene hasta el ano.

   - La posición sentada es dolorosa.

   - El paciente no se despierta por la noche debido al dolor.

   - No hay una pérdida objetiva de sensibilidad en el examen clínico.

   - El bloqueo del nervio con anestésico local es positivo.

   Sobre el tratamiento, dada su característica neuropática, ADOPEC indica que los medicamentos prescritos suelen ser antidepresivos o antiepilépticos, ya que estos disminuyen la excitabilidad de las células del sistema nervioso. Eso sí, precisa que los analgésicos son poco eficaces y dice que se recomienda el tratamiento con fisioterapia para relajar la musculatura contracturada, TENS, electroestimulación, terapia cognitivo-conductual o la meditación.

   Finalmente, Porta subraya que sólo puede recurrirse a la cirugía en aquellos casos concretos en los que la neuralgia se produce por el atrapamiento del nervio, por lo que "no es el tratamiento estándar". Asimismo, destaca que no todos los dolores crónicos pélvicos se deben al atrapamiento del pudendo, por lo que hay que estudiar cada caso. Según ADOPEC, la finalidad de la cirugía es volver a dar al nervio la movilidad perdida y no siempre los resultados son positivos. De hecho, apunta que un 70% de los pacientes mejoran de su sintomatología, un 5% empeoran del dolor.