¿Y si soy adicto al móvil?

Pareja con adicción al móvil
GETTY/IAKOV FILIMONOV
Actualizado: domingo, 15 mayo 2016 9:59

MADRID, X (EUROPA PRESS)

   Cada vez pasamos más tiempo enganchados al teléfono móvil. Y desde que son 'smartphones' y permiten gestionar también las redes sociales lo llevamos más en la mano que pegado a la oreja, lo que para muchos usuarios se puede convertir en una verdadera adicción.

   De hecho, este problema es una de las 'psicopaTIClogías' más frecuentes asociadas a las nuevas tecnologías, nombre elegido para diferenciarlas de los trastornos de salud mental que ya están establecidos y diagnosticados por organismos oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).

   El subdirector académico de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOB), Manuel Armayones, analiza en su libro 'El efecto smartphone. Conectarse con sentido' estas adicciones y explica las estrategias que hay que llevar a cabo para superarlas ya que, según este experto, cada vez son más las personas que buscan tratamiento tras tener la sensación de "perder el control ante su teléfono".

EL MIEDO A PERDERSE LO QUE PASA

   Uno de los más frecuentes es el que en inglés se conoce como 'FoMO' (fear of missing out), que es ese miedo a perderse algo de lo que está pasando en las redes sociales relacionado con las personas a las cuales se sigue si uno deja de mirar el móvil.

   La persona tiene la necesidad, casi compulsiva, de entrar continuamente en páginas como 'Facebook' o 'Instagram', es más frecuente en adolescentes y jóvenes y, sobre todo, entre los hombres. Quien la sufre tiene un bajo nivel de satisfacción con la vida. "Las personas con más necesidades sociales insatisfechas son las que más consultan las redes sociales", asegura Armayones.

   El problema es que, en lugar de sentirse bien después de haber pasado un rato en 'Facebook', acaban con una sensación de tristeza. En este sentido, un estudio publicado en el 'Journal of Social and Clinical Psychology' concluye que, después de salir de esta red social el estado anímico de la persona es depresivo (que no quiere decir que cause depresión) y que cuanto más tiempo pasa conectada a Facebook, más se acentúa este estado.

   Para evitarlo, Armayones defiende que son los usuarios de las redes sociales los que tienen su control, o al menos, mucho más de lo que se piensan. "Somos nosotros los que compartimos nuestra vida personal y, por lo tanto, dejando de hacerlo se acabaría el problema", ha defendido este experto, que recomienda evitar cometer errores a la hora de interpretar lo que se ve en las redes sociales.

NOMOFOBIA O MIEDO A NO TENER EL MÓVIL EN LA MANO

   Otra de las 'psicopatTIClogías' más frecuentes es la denominada nomofobia o fobia a no tener el móvil a mano. "Hay gente que se lo lleva al lavabo, lo lleva en la ropa de estar por casa mientras hace limpieza o lo tiene en la cocina por si le llaman", según Armayones citando algunos ejemplos.

   Además, este problema se manifiesta en dos variantes, bien en la fobia a no tener el móvil cerca y el miedo a que se acabe la batería antes de llegar a casa o a quedarse sin cobertura. Para evitarlo, recomienda exponerse a situaciones en que no se lleve el móvil encima, como ir sin él a comprar o llevarlo sin batería.

"En esos momentos te das cuenta de que no somos imprescindibles y de que el mundo continúa girando sin que nosotros estemos conectados", ha aseverado. Otro consejo para combatirlo puede ser apagar el móvil por la noche.

VIBRA SIN VIBRAR EN MÍ

   Otro síntoma de una posible adicción es lo que se conoce como vibración o llamada fantasma, esa sensación de que el móvil vibra o suena cuando en realidad no lo hace.

   "Son situaciones habituales en una sociedad que tiende a mantenernos hipervigilantes", explica Armayones, que cree que esto puede generar ansiedad o desgaste emocional. Para evitarlo lo único que tiene que tener claro la persona es que, con las veces que utiliza el móvil a lo largo del día (150 veces de media), es difícil perderse algún aviso, y admite que "la solución más sencilla es apagar el móvil".

   Otro problema surge cuando uno pasa de un contenido a otro con los hipervínculos para encontrar la mejor información, la mejor oferta, el mejor producto, lo que puede generar una insatisfacción crónica porque "la persona se pasa la vida buscando siempre algo mejor".

"Nos puede llevar a una situación de ansiedad y saturación mental y acabar con la sensación de que hemos perdido miserablemente el tiempo", explica Armayones. Frente a esta psicopaTIClogía propone controlar el tiempo que se dedica a buscar información y anotar lo que se encuentra en una libreta para ser conscientes de si avanza o no la recogida de información.

   Otra vía para superar este trastorno, conocido como 'mente erráTICa', es descargar y guardar los documentos más interesantes en el ordenador, apagar el router y leer las webs descargadas. "En la red podemos encontrar información infinita, pero nuestro tiempo, energía y paciencia son bastante finitos", apunta el experto.

ESPERA QUE PIENSE...O LO MIRE EN GOOGLE

   Por último, este experto también destaca el 'efecto Google', que se produce cuando se recurre a este buscador por Internet como una extensión de nuestra memoria para recordar por ejemplo el teléfono de algún familiar o una hora en el médico.

   Algunos expertos defienden que está afectando a la memoria de las personas porque cada vez se necesita traspasar menos información desde la memoria a corto plazo a la de largo plazo.

   "Entre los expertos hay diversidad de opiniones: hay quien asegura que 'Google' seca el cerebro y otros que defienden que las TIC son imparables y podrían incluso conectar nuestro cerebro a Internet", según plantea Armayones, que pide ver los pros y los contras de tener en el ordenador o en el teléfono móvil mucha de la información que antes guardábamos en el cerebro.

   Ya que, "lejos de ser un problema, es un recurso de gran ayuda que nos permite dedicar nuestros esfuerzos intelectuales a otro tipo de retos", según concluye.