¿Qué es el sesgo atencional? Cuando tu cerebro se fija más en lo que te preocupa o interesa

Joven esperando a cruzar una calle con tráfico.
Joven esperando a cruzar una calle con tráfico. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / MARIOGUTI - Archivo
Publicado: lunes, 26 agosto 2019 8:19

   MADRID, 26 Ago. (EDIZIONES) -

   ¿Quieres un modelo de coche concreto y no paras de verlo por la calle, en la carretera o su anuncio en televisión? No es una confabulación del universo en tu contra: lo que ocurre se denomina sesgo atencional y (casi siempre) es inocuo.

   "Cuando hablamos de sesgo atencional nos referimos a la tendencia a prestar más atención o fijarnos antes y más ante unos estímulos frente a otros", resume a Infosalus la miembro de la Sociedad Española para el avance de la Psicología Clínica y de la Salud. Siglo XX (SEPCyS), Rocío Fausor de Castro.

   ¿Cómo encaja el que quieres aquí? "Lo que pasa es que te estás fijando más en ese modelo porque te gusta, te ilusiona tenerlo", explica la también investigadora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), porque "tendemos a fijarnos en la información que es congruente con nuestro estado de ánimo y nuestro sistema de creencias".

   El coche sirve para ejemplificar de manera asequible los modelos teóricos cognitivos de Beck y otras reformulaciones. Según la experta, describen desde la década de los noventa que a lo largo de la vida se genera una imagen de cómo es el mundo y cómo funciona, y con ello se construye el sistema de creencias de las personas. A partir de aquí, el sistema se activa con situaciones estresantes y, cuando estas creencias "son rígidas y excesivas dan lugar a sesgos del procesamiento de la información", asegura Fausor de Castro.

   Estos sesgos no sólo se relacionan con la atención, sino que también pueden impactar en la memoria. Sin embargo ambos "hacen que enfaticemos más una información sobre otra" y que "podamos generar juicios o pensamientos sobre lo que acaba de ocurrir", matiza la experta.

   El problema es que los juicios o pensamientos generados pueden ser erróneos. La causa hay que buscarla en que "se centran sólo en una parte de la información; sin embargo, nosotros lo asumimos como válido", expone la investigadora de la UCM. Si bien la mayoría de las personas pueden presentar sesgos atencionales que son inocuos como tal, también pueden fomentar un aumento de niveles de ansiedad o un bajo estado de ánimo.

   "Hay personas que presentan más vulnerabilidad por experiencias previas, porque presentan otras variables asociadas o son más ansiosas o depresivas y muestran más sesgos atencionales", hace hincapié Fausor de Castro. Para estas personas, esta forma de focalizar la información es funcional. "Les ayuda a sentirse, por ejemplo, más seguros, afirmar o desconfirmar temores", matiza la experta.

   Pero los sesgos atencionales no aparecen de la misma manera en todos los trastornos mentales. Si se presta atención a la ansiedad, "se ha encontrado que pacientes con altos niveles de ansiedad tienden a prestar más atención a estímulos que estén relacionados con información amenazante y relacionada con sus propios preocupaciones y temores", explica Fausor de Castro.

   En cambio en procesos depresivos las personas, según la experta, "tienden a presentar más sesgos atencionales negativos". Esto quiere decir que "prestan más atención a información negativa de su alrededor y sus recuerdos", afirma la miembro de SEPCyS. De hecho, investigaciones con pacientes deprimidos concluyeron que "a los participantes con depresión moderada les costaba más tiempo desenganchar su atención de palabras o caras depresivas incluso de escenas con contenido emocional negativo Y estos procesos no se encontrarían en personas que aunque presenten síntomas no presentan el diagnóstico", subraya la experta.

MANEJO

   En los casos en los que el sesgo atencional comporta un problema, habría que poner el foco "en la interferencia que genera en el día a día de la persona", confirma Fausor de Castro. Para ello hay que llevar a cabo un entrenamiento atencional, que permite modificar sesgos y reducir estos síntomas depresivos o la sintomatología leve y moderada en cuadros clínicos.

   Fausor de Castro cita una investigación de Beevers, Clasen y Enock que, en 2015, hallaron que el entrenamiento en sesgos atencionales durante un mes reducía el sesgo atencional negativo y mejoraba la clínica depresiva en pacientes con depresión mayor. Por otra parte, la experta también menciona la Terapia Cognitivo Conductual basada en Mindfulness. "Ayuda a reducir la atención hacia la información negativa y focalizar más en la positiva en pacientes depresivos".