SEEN está realizando estudios moleculares en tumores hipofisarios para anticipar la respuesta a los tratamientos

Actualizado: miércoles, 31 octubre 2012 15:19

El experto Ignacio Bernabéu señala que este tipo de cáncer es la enfermedad más común de todas las neuroendocrinológicas


MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Grupo de Neuroendocrinología de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) está realizando estudios moleculares en tumores hipofisarios "para anticipar la respuesta de los pacientes a los diferentes tratamientos", tal y como ha explicado el responsable del mismo, el doctor Ignacio Bernabéu, con motivo de la celebración en Madrid de la V Reunión Científica de este equipo de investigación.

Así, el experto ha indicado a Europa Press que este trabajo, en el que cuentan con más de 560 tumores de ésta índole, también permitirá observar "si se va a dar un tumor agresivo que va a dar la lata o no". Con ello, el experto espera encontrar avances en el tratamiento de estos tumores, que son las enfermedades "más representativas" de todas las neuroendocrinológicas.

Éstas afectan a la hipófisis, que "es una glándula muy pequeña que produce distintos tipos de hormonas para regular toda la situación hormonal del organismo". Está situada "justo en el centro de la cabeza, debajo del cerebro y detrás de los ojos; por lo que se encuentra en un sitio bastante estratégico que se llama silla turca", indica.

"Son tumores benignos llamados adenomas que, si son muy grandes, pueden producir defectos en el campo visual", continúa Bernabéu. No obstante, si en lugar de ello, producen hormonas en cantidades excesivas, "pueden aplastar al resto del tejido sano y producir déficit de otras hormonas de la hipófisis", mantiene.

Los primeros son los llamados no funcionantes, los cuales se producen "en más de la mitad de los casos"; mientras que los otros reciben la denominación de funcionantes. Dentro de estos últimos, se encuentran los que producen hormona de crecimiento en exceso, que provocan acromegalia en adultos y gigantismo en niños; y los que segregan mucha prolactina, produciendo "alteraciones sexuales en la regla, la líbido o la potencia sexual", afirma.

Entre las hormonas que dejan de segregarse por culpa de estos últimos tumores se encuentran "la de crecimiento, la que facilita que la tiroides funcione o la que hace que actúe la suprarrenal", subraya. Sin embargo, existen otras patologías en esta especialidad, como las que afectan a la hipófisis posterior y que hacen que las personas orinen "entre 10 y 20 litros diarios", advierte.

EL OBJETIVO ES CONTROLAR BIOQUÍMICAMENTE EL CÁNCER DEL PACIENTE

Para mejorar la calidad de vida de estos pacientes, el Grupo de Neuroendocrinología de la SEEN está realizando además otras investigaciones, como la relativa al registro de agromegalia que mantiene con 1.700 pacientes, o el que está efectuando con respecto a la enfermedad de Cushing. Además, en relación a la primera, está en proceso un trabajo sobre el tratamiento combinado con análogos de somatostatina y otros fármacos.

"El objetivo es controlar bioquímicamente el tumor del paciente y ahorrar coste económico", asegura Bernabéu en referencia a este estudio al tiempo que indica que sus resultados "permitirán saber que se está haciendo bien y que se está haciendo mal a nivel nacional".

En cuanto a los tratamientos actuales, asegura que éstos "ya han mejorado mucho mediante las técnicas endoscópicas". Sin embargo, reconoce que, a pesar del empleo de la neurocirugía, el porcentaje de curación de los pacientes de estos tumores "no suele superar el 60 por ciento en global".

Además, sostiene que, aunque la radioterapia sólo está indicada en algunos casos, sí es necesario el tratamiento médico de por vida, el cual "es muy caro". Así, se indican entre otros, y según el tipo de tumor hipofisario, "los análogos de la somatostatina, los antagonistas del receptor de la hormona del crecimiento, los agonistas dopaminérgicos como la cabergolina o los tratamientos de sustitución hormonal", explica.

Por último, Bernabéu destaca que este tipo de cáncer es "bastante frecuente", ya que afecta a "entre el 1,5 por ciento y el 2 por ciento de todas las neoplasias intracraneales". Por su parte, la agromegalia tiene una incidencia de "entre cuatro y seis casos por millón de habitantes y año y una prevalencia de 60 pacientes por millón de personas", concluye.