Secuencian el genoma del humano "moderno" más antiguo

The Ust'-Ishim femur
Foto: UV
Actualizado: jueves, 23 octubre 2014 17:52

MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Alemania, han logrado secuenciar el genoma del 'Hombre de Ust-Ishim' un varón anatómicamente moderno que vivió en Siberia hace 45.000 años, antes de la separación de las poblaciones de Eurasia occidental y oriental, lo que ha permitido descubrir que humanos modernos y neandertales se cruzaron hace entre 50.000 y 60.000 años.

   El hallazgo, que se publica en el último número de la revista 'Nature', se ha realizado a partir de su fémur fósil y proporciona información detallada sobre la historia temprana de los humanos modernos fuera de África. Además, proporciona una nueva manera de estimar la tasa de mutación en los humanos modernos.

   "Estamos muy emocionados de tener una secuencia del genoma de alta calidad de este humano moderno temprano. Esta persona vivió en el momento en el que los neandertales todavía estaban presentes en Europa y Asia occidental", ha reconocido Janet Kelso, coautora del estudio.

   Según ha explicado esta investigadora a la agencia Sinc, la secuenciación de este genoma y el de otros obtenidos anteriormente de humanos arcaicos --de un neandertal y un denisovano-- son de una calidad "tan buena" como las secuencias del genoma que están disponibles para los humanos actuales.

EL PRIMERO QUE VIVIÓ FUERA DE ÁFRICA Y ORIENTE MEDIO

   Este individuo, 'Ust'-Ishim', es el primer humano moderno que se sabe que vivió fuera de África y Oriente Medio, así como el más antiguo de este grupo del que se ha secuenciado el genoma, ya que el anterior era el genoma del chico de Mal'ta, de hace 24.000 años.

   "Sabemos, por esta secuenciación, que Ust'-Ishim está muy relacionado tanto con los asiáticos actuales, como con los primeros europeos", expone la investigadora.

   Debido a esto, los científicos creen que la población a la que perteneció 'Ust'-Ishim' se separó de los ancestros de los actuales europeos y asiáticos antes o, al menos, al mismo tiempo que estos grupos divergieron entre sí.

   "Encontramos una evidencia directa de la presencia de un humano moderno en Siberia hace 45.000 años, lo que indica que las primeras migraciones humanas modernas en Eurasia no fueron únicamente a través de una ruta meridional como se ha sugerido anteriormente", reconoce Kelso.

EXTRACCIÓN DE ADN CON UN TALADRO DE DENTISTA

   La extracción de ADN y la secuenciación se llevó a cabo en una sala limpia del Instituto Max Planck en Leipzig (Alemania), y se hizo a partir de la extracción de una pequeña cantidad de hueso del fémur para la que se utilizó un taladro para dentistas.

   A partir de este polvo de hueso, el ADN fue extraído por medio de técnicas especiales diseñadas para optimizar la cantidad que se puede recuperar a partir de huesos antiguos.

   Los investigadores encontraron que la cantidad de ascendencia neandertal del hombre 'Ust'-Ishim' es muy similar a los humanos actuales. "Las longitudes de los segmentos de ADN neandertal de su genoma son mucho más largos que los que se encuentran en los seres humanos actuales, porque vivía más cerca de la época en la que se cruzaron. No tuvieron tiempo para llegar a reducir dicho tamaño en tan pocas generaciones", ha informado la científica.

   El estudio indica que los antepasados de este individuo se mezclaron con los neandertales aproximadamente entre 7.000 y 13.000 años antes de que este individuo viviera --hace entre 50.000 y 60.000 años--, muy próximo en el tiempo de la época de la gran expansión de los humanos modernos fuera de África y el Oriente Medio.

   Asimismo, proporciona una nueva manera de estimar la tasa de mutación en los seres humanos modernos. "Esta es actualmente un área de investigación muy activa y bastante controvertida. Existen dos métodos para su estudio: uno filogenético y otro estimado a partir de datos de linaje familiar", explica Kelso.

   El ADN antiguo proporciona una estimación independiente de la tasa de mutación humana, que coincide con las estimaciones de los estudios de linaje, y sugiere que entre una y dos mutaciones por año se han acumulado en los genomas de las poblaciones de Europa y Asia desde que vivió el  hombre de 'Ust'-Ishim'.