Lengua, mujer, boca
Foto: GETTY//ANTONIOGUILLEM
Actualizado: jueves, 29 enero 2015 14:27

MADRID, 29 Ene. (INFOSALUS) -

   Este órgano impar del cuerpo interviene en un gran número de funciones como el habla, el gusto o la deglución y resulta una de las estructuras más fáciles de explorar en un examen médico pero ¿conoces sus puntos débiles?

   Según explica a Infosalus Rafael Segura, especialista en Odontología y Estomatología y presidente de la Sociedad Española de Medicina Oral (SEMO), la lengua es un órgano móvil, impar y medio situado dentro de la cavidad oral y su volumen viene dado por un conjunto de músculos que son los responsables de su movilidad así como de su fijación.

   En la cara superior de la lengua se encuentran las papilas gustativas (filiformes, fungiformes y caliciformes) y donde resalta la estructura de la V lingual formada por las papilas caliciformes.

   En la cara inferior se inserta el frenillo lingual y la lengua está recubierta por una mucosa muy fina que hace que se transparenten los vasos sanguíneos que se encuentran en el conectivo. Además, los dos bordes laterales de la lengua, muy móviles y redondeados, están en contacto con los procesos alveolares y los dientes.

   Segura señala que la lengua tiene una gran cantidad de funciones muy importantes entre las que destacan la fonación al modular, mediante su movimiento, el aire expirado; la humectación de la cavidad oral por la producción de saliva por las glándulas salivales menores que se encuentran sobre todo en la cara inferior; en el gusto por las papilas gustativas que recubren la cara superior; y en la deglución, ya que al levantar la punta empuja hacia atrás el bolo alimenticio.

   "La lengua quizás sea la estructura del cuerpo humano de mas fácil exploración y con la simple inspeccion y palpación es suficiente para realizar un correcto diagnóstico en la mayoría de las ocasiones", apunta el especialista.

   Por la gran cantidad de papilas que recubren su cara superior es fácil entender que en la lengua queden atrapados multitud de restos alimenticios y gérmenes por lo que es importantísimo una buena limpieza de ella.

   "Para ello  podemos usar el cepillo de dientes realizando un cepillado suave de la superficie lingual cuando nos cepillamos los dientes o bien un rascador de lenguas que es un instrumento de plástico de bordes redondeados que se adapta a la superficie de la lengua y arrastra  la suciedad al desplazarse sobre ella", aclara Segura.

ALTERACIONES MÁS COMUNES

   "En algunas ocasiones aparecen sobre la lengua alteraciones que sin llegar a ser patológicas sí modifican la morfología normal de la lengua y muchas veces los pacientes las interpretan como enfermedades linguales", adelanta el especialista que explica a continuación estas particularidades de la lengua:

   Lengua geográfica: es la desaparición o la disminución de las papilas, fundamentalmente las filiformes, en zonas localizadas de la cara superior de la lengua y que le da a ésta una aspecto de mapa. Esta desaparición no es fija sino que alternan unas zonas y otras, variando con el tiempo.

   "Su frecuencia es alta tanto en hombres como en mujeres y no requiere de tratamiento, salvo recomendar a los pacientes que cuando noten un poco de escozor en estas zonas no ingieran alimentos muy condimentados", señala Segura.

   Lengua fisurada: es la aparición en la superficie de la lengua de unas fisuras o surcos profundos. Suele ser más frecuente en hombres aunque también se encuentra en mujeres y afecta aproximadamente al 20% de la población. Debido a la profundidad de las fisuras pueden retenerse restos de alimentos en su interior lo que puede producir halitosis e inflamación de los tejidos adyacentes.

   "No requiere ni tiene tratamiento y solo tenemos que evitar la aparición de las complicaciones mediante la correcta higiene de la lengua que va a impedir que se retengan restos de alimentos en el interior de las fisuras".

   Lengua dentada: es la aparición en los bordes laterales y/o en la punta de la lengua de unas escotaduras que son el reflejo de la presión de los dientes sobre la lengua. Tampoco precisa de tratamiento.

LOS CORTES CON LOS DIENTES, LA LESIÓN MÁS COMÚN

   La lengua es asiento de multitud de enfermedades algunas propias y otras que son manifestación de enfermedades sistémicas. Por su movilidad y por ser la estructura que contacta en primer lugar con lo que se introduce en la boca, las heridas son la lesiones que con más frecuencia aparecen en la lengua.

   La más común de estas lesiones la constituyen las ulceras traumáticas que, en su mayoría, están producidas por el roce con superficies cortantes de los dientes. "Son tremendamente dolorosas y su tratamiento consiste en eliminar los bordes cortantes, que tras su eliminación permiten que las ulceras se curen solas en muy poco tiempo", explica Segura.

   A la lengua también afectan patologías muy frecuentes como las micosis que pueden manifestarse en cualquiera de sus formas clínicas y que aparecen muy frecuentemente tras la ingesta de antibióticos o infecciones virales sobre todo en la infancia.

   En la mayoría de los casos estas micosis se manifestan como lesiones ulcerosas superficiales de uno o dos milímetros de diámetro y casi siempre muy dolorosas. Dependiendo de la enfermedad de la que se trate, se acompañará de otras sintomatologías diferentes.

   "La lengua es la zona de la cavidad oral donde con más frecuencia asienta el cáncer por lo que ante una lesión poco dolorosa y que tras una semana o diez días no desaparece debemos consultar con el dentista para descartar esta enfermedad", advierte Segura.