Radiación e inmunoterapia contra tumores secundarios

Recurso, laboratorio
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Actualizado: martes, 3 mayo 2016 5:50

   MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -

   Añadir un compuesto de fortalecimiento del sistema inmunológico puede extender la respuesta inmune inducida por la terapia de radiación contra los sitios del tumor y esta respuesta incluso tiene un efecto fuera del campo de radiación de los tumores, según concluye una investigación que se presenta este domingo en la reunión de la Sosciedad Europea de Oncología y Radioterapia (ESTRO 35).

   La radioterapia no sólo mata las células cancerosas, sino que también ayuda a activar el sistema inmune contra su proliferación futura. Sin embargo, esta respuesta inmunitaria a menudo no es lo suficientemente fuerte como para ser capaz de curar los tumores, e incluso cuando lo es, su efecto es limitado a la zona que ha sido irradiada.

   La doctora Nicolle Rekers, del Departamento de Oncología Radiológica del Centro Médico de la Universidad de Maastricht, en Países Bajos, explica cómo una combinación de radioterapia y L19-IL2, un agente de la inmunoterapia, puede aumentar significativamente la respuesta inmune cuando se administra a ratones con tumores primarios de colon, como expondrá en ESTRO 35.

   L19-IL2 es una combinación de un anticuerpo que se dirige a los vasos sanguíneos del tumor y una citoquina, una pequeña proteína importante en la señalización celular en el sistema inmune. Los investigadores descubrieron no sólo que los ratones estaban libres del tumor tras el tratamiento, sino también que cuando se les vuelve a inyectar con células de cáncer 150 días después de la curación, que forman nuevos tumores; además de que hubo un aumento en el número de células con una memoria inmunológica.

   "La radioterapia daña el tumor creando una especie de vacuna específica del tumor --explica Rekers--. Alimenta el sistema inmunológico y se asegura de que se da cuenta de que algo está mal. Lo que es único acerca de nuestros últimos experimentos es que hemos sido capaces de crear un denominado efecto abscopal, donde un tratamiento de radiación localizada también tiene un efecto en otros sitios del tumor fuera de este campo de radiación".

OBJETIVO: ALARGAR EL TIEMPO SIN PROGRESIÓN DE LA ENFERMEDAD

   La vida de los ratones es bastante corta --unos dos años-- por lo que 150 días es un tiempo relativamente largo. "Por supuesto, estos ratones son modelos de enfermedad humana y nunca pueden ser al cien por cien comparables con un paciente, pero el hecho de que los ratones curados nunca formaron nuevos tumores, en comparación con una formación de tumor del cien por cien en ratones no tratados de la misma edad, es significativo. Sabremos más después de analizar los resultados de la Fase I/II de estudio clínico en pacientes humanos que empezamos hace poco", añade Rekers.

   Se sabe que L19-IL2 es seguro en pacientes, con efectos secundarios leves limitados a reacciones en el lugar de la inyección. El nuevo ensayo analizará el tratamiento de combinación en pacientes con tumores sólidos oligometastásicos. "Nuestro objetivo final es aumentar el tiempo durante el cual la enfermedad no progresa mediante el uso de esta combinación para producir una respuesta inmune que ataque tanto al tumor primario como sus metástasis", adelanta la doctora Rekers.

Aunque reprogramar el sistema inmune sólo ha sido factible desde hace relativamente poco, la investigación hasta la fecha parece indicar que es sin efectos perjudiciales a largo plazo. "Creemos que la ecuación riesgo/beneficio es probable que se incline firmemente en el lado de beneficio. Esperamos que este tratamiento no sólo destruya tumores, sino también permita que el sistema inmunológico desarrolle un recuerdo que le permita aniquilarlos también en el futuro", dice Rekers.

   El presidente de ESTRO, el profesor Philip Poortmans, señala: "Un par de años después de que el primer avance de la inmunoterapia en la oncología médica, ahora estamos al borde de una nueva era excitante que combina este enfoque novedoso con radioterapia. Esto podría abrir la puerta a un tratamiento más corto, reduciendo los efectos secundarios y costes en comparación con las propuestas paliativas comunes de mono-inmunoterapia, así como para potencialmente nuevas opciones curativas. Es hora de unir fuerzas con todos los asociados, incluida la industria, para explorar estas capacidades".