Un proyecto para controlar el sida en las zonas rurales de Costa de Marfil promueve el cambio de prácticas sexuales

Actualizado: martes, 30 mayo 2006 16:04

MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -

Un iniciativa promovida por la Agencia para el Desarrollo Rural de Costa de Marfil (ANADER) y que cuenta con el asesoramiento y la financiación del gobierno norteamericano y de la farmacéutica Merck Sharp & Dome trabaja en el control del sida, que se calcula afecta a un 7-10% de la población, promoviendo cambios en los hábitos sexuales de las personas a través de la abstinencia, la fidelidad y el uso de métodos anticonceptivos y buscando superar, a través de la información y la implicación de las personas, el estigma y el tabú que supone hablar de esta enfermedad.

La portavoz de ANADER y coordinadora nacional del Plan Antisida en Zonas Rurales de Costa de Marfil, Natalie Bogui explicó hoy, en rueda de prensa, que desde la puesta en marcha de la iniciativa, denominada 'Sembrar para vencer el sida' "hemos asesorado a más de 300.000 personas y hemos logrado que la gente de los pueblos esté mucho mejor informada y que se anime a hablar de un tema que antes desconocía y negaba".

La iniciativa que comienza su primera fase de implementación en el país africano, nació en 2002 en España en el marco del Congreso Internacional del Sida que se desarrolló en Barcelona, y pudo cristalizarse a través de la labor de ANADER, que combina desde hace cinco años su actividad de apoyo a la agricultura -principal actividad económica del país- con la lucha contra el sida. Con el asesoramiento de MSD elaboraron un Plan Estratégico que obtuvo una financiación de 4 millones de dólares del gobierno norteamericano a través del programa PEPFAR.

La representante de ANADER comentó que el programa incluye la prevención, el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad a través de campañas de concienciación y charlas informativas en las diferentes lenguas de los habitantes, promoción de prácticas sexuales de menos riesgo basadas en la abstinencia, la fidelidad y el uso de métodos anticonceptivos según los casos, realización de pruebas diagnósticas, entrega de retrovirales a pacientes, seguimiento del tratamiento y asistencia a niños huérfanos cuyos padres murieron a causa de la enfermedad.

Según afirmó Bogui, actualmente el 96% de la población sabe qué es el sida y "esto ha cambiado algunas pautas culturales, los hombres ya no quieren quedarse con las mujeres de sus familias cuyos esposos mueren por temor a que ese familiar haya muerto de sida". Además de estas prácticas, la poligamia y la promiscuidad son dos costumbres fuertemente arraigadas en la mayoría de las de 66 etnias que componen la población de Costa de Marfil, de 18 millones de habitantes.

Un informe elaborado por esta agencia sostiene que, cada día, 130 pacientes con sida acuden a los hospitales o centros sanitarios pero admite que las dificultades son mayores para los trabajadores rurales que, hasta hace poco, morían en sus comunidades sin recibir un diagnóstico o tratamiento por la enfermedad que los afectaba.

A través de la primera etapa del programa, 1.300 miembros de ANADER se involucraron en las aldeas y elaboraron, con la colaboración de sus habitantes, los 'mapas de riesgo' que identifican los lugares y momentos de contagio de la enfermedad para poder intervenir a través de la prevención. Tras haber informado acerca de las características de la enfermedad, el paso siguiente es poner en marcha las Unidades Móviles de Diagnóstico que realizarán pruebas voluntarias y confidenciales.

En el marco del programa, las mujeres ocupan un rol protagnista ya que, según explicó Lionel Laplace de MSD Internacional, "tienen roles activos y pueden contribuir a desestigmatizar la enfermedad y a convencer a los miembros de sus familias que se hagan las pruebas del sida"."Vamos a valernos de ellas como plataformas para lanzar las campañas de sensibilización", agregó Boogui.

En representación del gobierno de EE.UU., el primer secretario de la embajada de ese país en España, Kenneth Forder detalló la ayuda que la administración de George Bush otorga a programas de lucha contra el Sida y admitió, tras ser consultado por un periodista, que "es controvertida" la política de su país de destinar los recursos a programas de prevención basados en la abstinencia y la fidelidad.

Por su parte, la embajadora de Costa de Marfil, Jeanne Guehe Maulot se dirigió directamente al representante norteamericano y le solicitó más ayuda para distribuir métodos anticonceptivos entre las mujeres y para mejorar las instalaciones de los centros de acogida a niños huérfanos.