¿Es posible recuperar la ambición y volver a ganar la Eurocopa?

España golea a Turquía en la Eurocopa de Francia
REUTERS
Actualizado: domingo, 26 junio 2016 7:45

   MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

   ¿Puede uno acostumbrarse a ganar? Sin querer cuestionar la ambición de los que ya han saboreado las mieles del éxito, lo que sí parece cierto es que cuando uno ha ganado recientemente pierde algo de esa motivación o necesidad de triunfo que siguen teniendo el resto.

   Ahora que estamos en días de Eurocopa, muchos se han preguntado si la derrota de España contra Croacia estuvo provocada por la relajación de saberse ya clasificada. E incluso si puede influir en algunos jugadores el venir de ganar las dos últimas ediciones (2008 y 2012) o el Mundial de 2010.

   "No me atrevería a afirmar que existan rasgos específicos que diferencien al ganador del resto de competidores, pero sí podemos hablar de una serie de procesos mentales comunes a los grandes competidores", ha explicado Pablo Iglesias Ramírez, miembro de Saluspot y psicólogo en Pablo I Ramírez, Psicólogo.

   Estos deportistas, según cuenta este experto, tienen una "robusta motivación intrínseca" que alienta sus esfuerzos día a día, una motivación que va más allá de obtener recompensas materiales o reconocimiento, y que tiene que ver más con el progreso personal, con seguir creciendo deportivamente. Además, esta motivación viene guiada por un profundo sentido de 'misión personal', que también se asocia a un deseo de contribuir, con dar algo de sí mismos a los demás, ya sea ser generosos, hacer felices a otras personas o ayudar a otros.

   De cara a recuperar la motivación para lo que queda de campeonato, este experto considera fundamental "visualizar los pasos que conducen al objetivo" y por ello debe establecer hábitos y rutinas apropiadas que "condicionarán su mente, preparándola para el esfuerzo, educándola a proyectar el foco de atención en el proceso, en lo que ocurre en el presente, adoptando una atención plena del momento, pues sólo en el momento presente se es rápido, fuerte y se toman las decisiones apropiadas".

   Asimismo, también es clave que den al fallo "el valor que merece" y lo consideren una "fuente valiosa de aprendizaje", pero sin que se permitan dudas bloqueantes y que las críticas de los demás les afecten. "Son retroalimentación para mejorar. El ganador necesita confianza en sí mismo. Necesita creer que sólo lo mejor va a ocurrir. La confianza surge por la suma de la actitud y la constancia", según Iglesias.

   Con este panorama, las emociones se vuelven las principales aliadas. El jugador consigue un estado intermedio entre la ira y la serenidad, inconmovible a distractores internos o externos. El ganador es un maestro a la hora de tamizar las emociones, las utiliza para conseguir sus propósitos, no para auto sabotearse.

CUANDO LA CONFIANZA SE TORNA EN RELAJACIÓN

   No obstante, este experto reconoce que el jugador o el equipo demasiado acostumbrado a ganar puede pervertirse, granjeándole malos resultados. "El exceso de confianza puede alimentar la autoindulgencia, relajándolo, creando la falsa ilusión de que se puede ganar con facilidad, desviando el foco de atención de lo verdaderamente importante, anclado ahora en el pasado, en el recuerdo de viejas conquistas", ha explicado.

   Por ello, y pese a que el hambre puede extinguirse quedar "ahogado por el triunfo embriagador que nubla la visión y desvía el enfoque", Iglesias aboga por la redefinición de objetivos, el alto compromiso y la recuperación de la misión personal inicial que "son, en conjunto, el combustible que inspirará al deportista, alimentando su resiliencia para ayudarle a superar duras etapas de escasez de éxitos".

"El deportista profesional sabe que no se puede ganar siempre, pero que, si mantiene la disciplina de trabajo, la firme creencia de que el éxito se repetirá, y la ilusión, volverá a estar en lo más alto para paladear una vez más las mieles del éxito", sentencia este experto. Veremos en qué punto está 'La Roja'.