Actualizado: jueves, 4 agosto 2016 10:30

   MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -

   La lactancia es un momento clave para la madre y el bebé que debe prepararse en el último mes del embarazo, según recomienda el especialista de Ginecología y Medicina de la Reproducción en la unidad de Reproducción Asistida del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, Juan Ordás.

   La alimentación del bebé es muy importante, pero también lo son los cuidados que tiene que tener la propia madre. Por ello, se recomienda que en el último mes del embarazo se fortalezca la piel del pezón y de la areola con soluciones de alcohol de romero al 10 por ciento y aumentar la hidratación y la elasticidad con cremas adecuadas.

   Al comenzar la lactancia se debe lavar el pezón y la areola antes y después de dar de comer al bebé, con agua fría para retirar todos los restos de saliva del pequeño y los restos de leche. Además, hay que recordar que la saliva hace fermentar la leche y puede provocar la aparición de las grietas en el pezón.

   Es recomendable usar sujetadores de algodón que no compriman las mamas y que sean cómodos. En el caso de que el pezón sea plano o invertido, se podrán emplear pezoneras para sacarlos si el niño por sí solo no lo hace.

   Se desaconseja usar como método anticonceptivo la ausencia de menstruación durante la lactancia, ya que existe el riesgo de ovulaciones espontáneas antes de la primera menstruación, por lo que se recomienda el uso de anticonceptivos habituales. En este sentido, es recomendable seguir una terapia sólo de gestágenos durante esta etapa, en vez de anticonceptivos hormonales combinados de estrógenos y gestágenos.

   En cuanto al peso adecuado del bebé, la recomendación es que hasta las seis semanas de edad el niño gane entre 20 y 30 gramos al día, aproximadamente, cifras que se ajustan en función del sexo y el peso del niño al nacer. Por otro lado, lo más normal es dar el pecho unas cuatro o cinco veces al día como mínimo e intentar vaciar totalmente el pecho, usando un extractor para completar el vaciado si el bebé no lo hace.

   Asimismo, la leche extraída debe conservarse en bolsas o recipientes esterilizados, cerrados adecuadamente al vacío o sin aire y mantenidas en frigorífico entre cuatro y seis grados. En el momento de darle de comer al bebé, se aconseja calentar la leche al baño maría sin sobrepasar los 36 grados.

¿DAR SUPLEMENTOS AL BEBÉ?

   Es recomendable dar a los menores de un año alimentados con leche materna un suplementos de 400 UI al día de vitamina D, según señala la Asociación Española de Pediatría. Estos suplementos se deben iniciar en los primeros días de vida y se mantendrán hasta que, después del destete, el niño tome un litro diario de fórmula adaptada enriquecida en vitamina D. Además, las madres que sean vegetarianas deberán tomar suplementos de vitamina B12.

   Si el bebé tiene menos de seis meses y toma el pecho a demanda no necesita que se le suministre agua, ni siquiera en los meses de mucho calor. En cambio, si el niño tiene más de medio año y come otros alimentos después de las tomas de pecho, sí se le puede dar ocasionalmente agua.