MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela ha revelado que el empeoramiento de la calidad de vida de los pacientes con asma propicia un incremento en la tendencia a desarrollar ansiedad o depresión, factores que a su vez también contribuyen al deterioro que sufren estos pacientes.
Los resultados de este trabajo se presentarán en el 49 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que se celebrará próximamente en Granada, y sus autores aseguran que es el "punto de partida" para iniciar estrategias que mejoren el control de esta enfermedad y de la calidad de vida de estos afectados.
"La cronicidad del asma tiene un fuerte impacto en las actividades diarias de los pacientes que la sufren. En la gran mayoría de casos comporta un empeoramiento de la calidad de vida, especialmente en el grupo de adultos mayores", ha destacado Francisco Javier González Barcala, autor de este trabajo.
La investigación incluyó a 98 pacientes con 42 de años de media que fueron divididos en tres grupos de edad (jóvenes, mediana edad y mayores) y completaron un cuestionario para analizar su calidad de vida a través del índice de medición 'miniAQLQ'.
De todos ellos, el grupo de mayor edad era el que presentaba mayor calidad de vida y también vieron diferencias importantes en las subescalas de ansiedad y depresión, con puntuaciones más altas en ansiedad en el grupo de mediana edad y en depresión en el de mayores, en comparación con el grupo de jóvenes.
Se observó también una correlación significativa entre la presencia de ansiedad y depresión con la calidad de vida, que no se modificó por al edad, por lo que el impacto de estos trastornos mentales "debe ser explicado por otros factores que no sean la edad", ha argumentado González Barcala.
Entre estos otros factores estarían cualquiera que tenga algún impacto en la calidad de vida del asmático, tales como el control del asma, el tabaquismo, la obesidad o la adherencia al tratamiento.
"Por el momento se necesita más investigación para determinar el factor principal que tiene un impacto negativo en la salud mental del paciente", ha destacado.
