El papel del padre en el embarazo, parto y postparto

Padre e hijo, bebé, paternidad
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Publicado: lunes, 4 marzo 2019 8:29

   MADRID, 4 Mar. (EDIZIONES) -

   Aunque cada vez menos, generalmente el padre es apartado en lo que a la maternidad se refieren. En estos casos, se le suele relegar y no le tienen en cuenta durante el embarazo, el parto y el postparto. Toda la atención se suele poner en la mujer, por ser quien gesta al bebé, y en el bebé, obviamente. Pero el hombre también debe empoderarse en este proceso, sobre todo teniendo en cuenta que tiene un 50 por ciento de responsabilidad en el desarollo de la vida de ese bebé.

   "Cuando tú estás recién parida y te encuentras mal tiene que haber alguien que hable con los familiares, que te descargue de las tareas de la casa para que se cree ese vínculo tan importante con el nuevo bebé, por ejemplo, y que la madre pueda hacer su tarea desde el mejor punto de vista posible. La madre estará menos estresada. El papel del padre es imprescindible para apoyar y sostener a la madre, y encargarse de las tareas de la vida familiar", explica en una entrevista con Infosalus Verónica Díaz, madre y psicóloga.

   Con motivo de la publicación de su nuevo libro, 'Embarazo y cuarto trimestre' (Amat Editorial) , Díaz destaca así que la relevancia de su papel "no es únicamente la de poner el esperma", sino la de sostener y acompañar a la mujer física, emocional y mentalmente durante todo el proceso.

   "Pero esto tiene su lado oscuro", según advierte, en el caso de la mujer, al vivir en primera persona el embarazo, al estar sometida a los cambios físicos, hormonales y emocionales. "Parece obvio que necesite de ese sostén y acompañamiento, pero en relación con los hombres no siempre se mira con los mismos ojos", puntualiza.

   A su juicio, se juzga el cómo se pueda sentir el padre como algo secundario, se le resta importancia al miedo que él también le pueda tener al parto, y se desvaloriza su experiencia de paternidad por el hecho de que ellos no la pueden sentir igual que la mujer desde el primer momento.

   Díaz menciona también que es imposible negar el vínculo que se genera entre la madre y el bebé, "el más intenso que puede haber", puesto que la mujer y el bebé están unidos y son uno desde mucho antes del nacimiento, y eso los hombres no lo tienen. Con ello, precisa que las circunstancias en las que viven su maternidad y paternidad las mujeres y los hombres son diferentes, pero esto nunca debe significar que una sea menos valiosa o importante que la otra.

   "Generalmente, se les atribuye un papel de incompetentes, de inútiles, o de que la que quería ser madre es la mujer, y ellos están ahí porque no queda otra. Pero esa no esa no es la realidad, pues existen muchísimos padres con un nivel de implicación enorme en la crianza de sus hijos, como idílicamente debería ser siempre", añade la psicóloga.

   Eso sí, advierte de que muchos hombres no entienden el cambio profundo que genera la llegada de un bebé, sobre todo porque ellos no se hacen conscientes de ciertos sentimientos que tienen las mamás en el embarazo hasta que nace su hijo. Algunos sienten celos, tal y como reconoce la experta, porque antes eran protagonistas de la historia de amor y a ellos iban dirigidos toda la atención, la energía y los cuidados, y ahora eso ha cambiado.

CÓMO INVOLUCRAR MÁS A LOS PADRES

   Por ello resalta: "Que el hombre esté involucrado en el proceso de embarazo, así como en cualquier otro de la maternidad o de la paternidad, es un trabajo de dos. La comunicación en pareja, la disposición del uno para el otro, la iniciativa para ayudar al otro donde por sí solo no puede llegar, son imprescindibles".

    A su vez, Díaz remarca la relación entre un futuro padre implicado en el embarazo y el buen curso de éste. "Se ha demostrado que en los embarazos que los padres están acompañando a la mujer y apoyándola hay menos abortos espontáneos, menos complicaciones (también en el parto), menos dificultades en el puerperio y en la lactancia materna, y menos bebés prematuros o de bajo peso al nacer", subraya.

   Desde el embarazo aconseja así hacerles más participes del proceso, de cuándo por ejemplo se sienten las patadas, el movimiento, que les hablen, o que se involucren también en la elección de muebles, o en la preparación de la ropa, por ejemplo.

   "También que se prepare para el parto con la madre, acudir a las citas médicas, hablar con el profesional sanitario para que la mujer se centre en el parto, te coja de la mano a la hora de dar a luz, te haga masajes si sientes dolor, te de ánimos cuando sientas que no se puede más o se está cansada, recordar a la madre que ella puede, que está hecha para eso; todas esas cosas que ayudan a afrontar mejor el parto, que la mujer no se sienta sola, y sea algo de familia, porque también es algo suyo, que se pueda involucrar en todas las partes", sugiere la experta.

   Con todo ello, sentencia que el papel del hombre en el embarazo "es decisivo" para el bienestar de la madre, del bebé y de la familia que nace, y que ellos también necesitan sentirse escuchados, apoyados y ayudados en muchas situaciones. "Hacerse consciente de ello es el primer paso para empezar a cambiar y a adoptar conductas y actitudes que nos hagan pasar por esta etapa de la manera más exitosa posible", concluye Verónica Díaz.