El padre denuncia que están "solos" y "abandonados" por la falta de información

EPTV
Actualizado: miércoles, 18 marzo 2009 17:54

VALENCIA, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

Juan, el padre de la niña de 14 años que permanece ingresada en el Hospital Clínico de Valencia desde el pasado 4 de febrero tras experimentar una reacción adversa a la vacuna del Virus del Papiloma Humano, afirmó que se sienten "muy solos" y "abandonados" por la falta de información y reclamó a las instituciones sanitarias que demuestren la ayuda que les han brindado "con hechos y no con palabras".

El padre, en una entrevista concedida a Europa Press TV, exigió que se reconozca "de una vez" que los síntomas que presenta su hija, junto con los de la otra menor de 15 años ingresada también en El Clínico, son consecuencia de la vacuna y en ese sentido anunció que su equipo de abogados "ya están iniciado las acciones legales" contra "todos" los que tengan responsabilidades en este caso ya que, en su opinión, "no se trata sólo de una persona o de una institución".

En ese sentido, dijo que las dos familias se sienten "solas" y "abandonadas en todos los aspectos" porque ni siquiera se les ha informado de forma oficial ni de la constitución del panel de expertos por parte del Ministerio de Sanidad, de lo que, dijo, tuvieron conocimiento a través de la prensa, como tampoco conocen quiénes lo integran.

"Cuando preguntamos se nos remite al Ministerio, pero no sabemos realmente si están trabajando o no, ni cómo va la cosa, no sabemos nada", se quejó.

Al respecto, recordó que su hija a los 15 minutos de inocularse la segunda dosis del lote NH52670 de la marca Gardasil experimentó "pérdida de conocimiento, un cuadro de conclusiones y fiebre alta", por lo que "con estos síntomas tan evidentes nadie puede desechar que sean un efecto adverso".

Además, apuntó que en un congreso celebrado en Londres del 16 al 19 de febrero para analizar las reacciones adversas de la vacuna contra el cáncer del cuello de útero "se aprobó que las convulsiones, que es lo que le pasa a nuestra hija, es uno de los efectos secundarios", por lo que recalcó que no entienden cómo el Ministerio de Sanidad pudo aprobar esta vacuna.

Así, constató que durante este mes y medio en el que su hija lleva ingresada, periodo en el que ha salido y entrado varias veces de la UCI, los cuadros convulsivos se siguen repitiendo aunque con distintas frecuencias. "Hay momentos en que pasa más días sin repetirse y otro momentos en que se junta en el mismo día incluso por distintas crisis", explicó.

En esta línea, cuestionó que la otra joven afectada reingresara anoche en el hospital, horas después de darle el alta pese a la oposición de la familia, por una crisis de ansiedad como afirma la Conselleria de Sanidad, ya que tenía convulsiones y fiebre alta.

En esta línea, cuestionó "cómo no se admite el que las convulsiones sean un efecto secundario y se dice que son crisis de ansiedad cuando la niña tiene registros tan importantes como fiebre alta, la cara se le pone pálida, las manos y los pies se le quedan congelados y lleva tres anticonvulsivos".

"Cómo puede hablarse de una crisis de ansiedad", inquirió Juan, al tiempo que recalcó: "no creemos que sea conveniente tirar balones fuera cuando ya el ministerio ha reconocido que son efectos secundarios".

Del mismo modo, relató que la joven está "ya cansada, harta y desmoralizada de la situación" porque "una niña de 14 años que tiene toda la vida por delante, con una alegría enorme, cuando abre los ojos y se ve ingresada en la UCI no puede estar viviendo un buen momento". Sin embargo, recalcó que aunque tiene muchas ganas de dejar el hospital, ni se se plantean salir hasta que la niña "no esté perfectamente bien".

OTROS CASOS EN ESPAÑA

Además, indicó que están "un poco en solitario en la defensa" de su hija, pero que han investigado y han comprobado que "hay más casos en España", como el de una joven de Sevilla, que ya ha salido del hospital, que presentaba "un cuadro similar" ya que a los pocos días de inocularse la vacuna "empezó a tener convulsiones y pérdidas de conocimiento".

Asimismo, comentó tener conocimiento de otras dos jóvenes de la localidad alicantina de Jávea, que "no tuvieron convulsiones, pero a una sí que se le quedó paralizados un brazo y una pierna, dormida media cara, y tuvo problemas de articulaciones", mientras que la otra de las niñas experimentó "pérdida de cabellos, de uñas y verrugas genitales".