La OMS avisa de la "brecha terapéutica" en el tratamiento de la epilepsia

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Actualizado: lunes, 8 junio 2015 11:08

MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -

   La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha avisado de la "brecha terapéutica" que actualmente existe en el tratamiento de la epilepsia en los países con ingresos bajos y medios ya que, a pesar de que el 70 por ciento de estos enfermos pueden tratarse con éxito con fármacos anticonvulsionantes, las tres cuartas partes podrían no estar recibiendo las terapias necesarias.

  TRATAMIENTO DE LA EPILEPSIA

   Y es que, según ha recordado el organismo, a los 2 o 5 años de tratamiento, y una vez desaparecidas las convulsiones, los medicamentos pueden curar al 70 por ciento de los niños con epilepsia y al 60 por ciento de los adultos sin que haya riesgo de posterior recaída.

   "En muchos países de ingresos bajos y medianos la disponibilidad de medicamentos antiepilépticos es baja. De hecho, un estudio reciente reveló que la disponibilidad media de medicamentos antiepilépticos genéricos en el sector público de los países de ingresos bajos y medianos era inferior al 50 por ciento. Esto podría ser un obstáculo para acceder al tratamiento" , ha recalcado.

  ENFERMEDAD QUE AFECTA A PERSONAS DE TODO EL MUNDO

   En este sentido, la OMS ha recordado que la mayor parte de los casos se pueden diagnosticar y tratar en Atención Primaria y ha comentado que, según algunos de los proyectos de demostración que el organismo ha realizado, en estos servicios se puede "reducir realmente" la "brecha de tratamiento" de la epilepsia.

    "No obstante, la falta de dispensadores de atención de salud capacitados puede ser un obstáculo para el tratamiento de las personas epilépticas" , ha aseverado, para recalcar que en los pacientes que responden mal al tratamiento farmacológico puede ser "útil" la terapia quirúrgica.

  ¿QUÉ ES LA EPILEPSIA?

LA EPILEPSIA ES UNA ENFERMEDAD CEREBRAL CRÓNICA QUE AFECTA A PERSONAS DE TODO EL MUNDO

   En concreto, la epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que afecta a personas de todo el mundo y se caracteriza por convulsiones recurrentes. Estas convulsiones son episodios breves de movimientos involuntarios que pueden afectar a una parte del cuerpo (convulsiones parciales) o a su totalidad (convulsiones generalizadas) y a veces se acompañan de pérdida de la conciencia y del control de los esfínteres.

   Las características de los ataques son variables y dependen de la zona del cerebro en la que empieza el trastorno, así como de su propagación. De hecho, pueden producirse síntomas transitorios, como ausencias o pérdidas de conocimiento, y trastornos del movimiento, de los sentidos (en particular la visión, la audición y el gusto), del humor o de otras funciones cognitivas.

   Las personas con convulsiones tienden a padecer más problemas físicos y mayores tasas de trastornos psicosociales, incluidas la ansiedad y la depresión. Del mismo modo, el riesgo de muerte prematura es tres veces mayor que el de la población general, y las tasas más altas se registran en los países de ingresos bajos y medianos y en las zonas rurales más que en las urbanas. En esos países, una gran parte de las causas de defunción relacionadas con la epilepsia se pueden prevenir, por ejemplo, caídas, ahogamientos, quemaduras y convulsiones prolongadas.

   Y es que, aunque se calcula que hay unos 50 millones de pacientes en todo el mundo, en las zonas de ingresos bajos y medios es donde se da una mayor proporción, dado que se diagnostican entre 7 y 14 casos por cada 1.000 personas, mientras que en el resto del mundo se producen entre 4 y 10 casos por cada 1.000.

   Esto se debe "probablemente" al mayor riesgo de enfermedades endémicas tales como el paludismo o la neurocisticercosis; la mayor incidencia de traumatismos relacionados con accidentes de tránsito; traumatismos derivados del parto; y a las variaciones en la infraestructura médica, la disponibilidad de programas de salud preventiva y la atención accesible.

LA EPILEPSIA REPRESENTA UN 0,75% DE LA CARGA MUNDIAL DE LA MORBILIDAD

   Por otra parte, la OMS ha informado de que la epilepsia representa un 0,75 por ciento de la carga mundial de morbilidad, una medida basada en el tiempo que combina los años de vida perdidos debido a la mortalidad prematura con el tiempo vivido en situaciones en las que la salud no es plena.

   En 2012, la epilepsia provocó la pérdida de unos 20,6 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD). Aunque los efectos sociales pueden variar según el país, la discriminación y la estigmatización social que rodean la epilepsia en todo el mundo son a menudo "más difíciles" de vencer que las propias convulsiones.

   En este sentido, la OMS ha advertido de que las personas que viven con epilepsia pueden ser objeto de prejuicios y de que, incluso, la estigmatización de la enfermedad puede hacer que los afectados no busquen tratamiento para evitar que se los identifique con la enfermedad.

   Asimismo, entre otras limitaciones, las personas con epilepsia pueden ver reducido su acceso a los seguros de vida y de enfermedad, y tienen dificultades para obtener el permiso de conducir u ocupar determinados puestos de trabajo.

   Por ejemplo, según ha informado la OMS, en la China y la India, la epilepsia es considerada a menudo como motivo para prohibir o anular el casamiento; en el Reino Unido, la ley que prohibía a los epilépticos casarse no se derogó hasta 1970; y en Estados Unidos hasta los años 70 a las personas con ataques se les podía negar el acceso a restaurantes, teatros, centros recreativos y otros edificios públicos.

"IMPORTANTE PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA"

   Como consecuencia de todo ello, la OMS y sus asociados han calificado a la enfermedad como un "importante problema de salud pública", por lo que desde el año 1997, junto con Liga Internacional contra la Epilepsia y la Oficina Internacional para la Epilepsia, están llevando a cabo la campaña mundial 'Salir de la sombra', con el fin de mejorar la información, fomentar la sensibilización y reforzar los esfuerzos públicos y privados para reducir el impacto de la enfermedad.

   De hecho, este y otros proyectos de la OMS relativos a la epilepsia han revelado que existen maneras "sencillas y costoeficaces" para tratar esa enfermedad en entornos de recursos limitados, lo que reduce significativamente las brechas de tratamiento.

   Por ejemplo, un proyecto ejecutado en China dio lugar a una reducción del 13 por ciento en un año en la brecha de tratamiento, y a considerables mejoras en el acceso de pacientes epilépticos a la atención.

   En particular, el programa de la OMS sobre reducción de la brecha en el tratamiento de la epilepsia y el programa de acción para superar la brecha en salud mental están procurando alcanzar esos objetivos en Ghana, Mozambique, Myanmar y Vietnam.

    "Este proyecto cuatrienal combina varias estrategias innovadoras. Se centra en la ampliación de las capacidades de los profesionales de atención primaria de salud y no especializados del ámbito comunitario, de modo que puedan diagnosticar y tratar la epilepsia y hacer un seguimiento de los pacientes. El proyecto movilizará a la comunidad con el fin de apoyar mejor a las personas epilépticas y a sus familias" , ha zanjado.