Observan daño hepático en ratones 'astronautas'

Atlantis
NASA
Actualizado: jueves, 21 abril 2016 7:53

   MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

   En un descubrimiento con implicaciones para vuelos espaciales y futuras misiones de larga duración a Marte, un investigador del Campus de Medicina de la Universidad de Colorado Anschutz, en Estados Unidos, ha encontrado que los ratones que volaron a bordo del transbordador espacial 'Atlantis' regresaron a la Tierra con los primeros signos de enfermedad hepática.

   "Antes de este estudio realmente no teníamos mucha información sobre el impacto de los vuelos espaciales en el hígado", señala la autora principal del estudio, Karen Jonscher, profesora asociada de Anestesiología y física en CU Anschutz. "Sabíamos que los astronautas regresaban a menudo con síntomas similares a la diabetes pero, por lo general, se resolvía rápidamente", añade.

   Pero la perspectiva de daño hepático plantea nuevas preocupaciones. Los ratones analizados pasaron 13,5 días a bordo del transbordador espacial. Cuando regresaron, Jonscher y sus colegas recogieron muestras de hígado y vieron que los vuelos espaciales parecieron activar células del hígado especializadas que pueden llegar a inducir cicatrización y causar daños a largo plazo al órgano.

   "Vimos principio de daño hepático incipiente en tan sólo 13,5 días, --subraya Jonscher--. Los ratones también perdieron masa muscular magra. Hemos visto este mismo fenómeno en los seres humanos en reposo en la cama: los músculos se atrofian y las proteínas se descomponen en aminoácidos. La pregunta es, ¿cómo afecta esto a su hígado?".

   Durante años, los científicos han estudiado el impacto de los vuelos espaciales en la fisiología humana, pero la mayor parte de la investigación se ha centrado en los huesos, los músculos, el cerebro y la función cardiovascular. Sin embargo, estudios que sugieren que los astronautas que pasaron tiempo en el espacio desarrollaron síntomas similares a la diabetes relacionan la microgravedad con el metabolismo y apuntan hacia el hígado, el órgano principal del metabolismo, como un posible objetivo del entorno espacial.

DETECTAN PÉRDIDA DE UNA FORMA ANIMAL DE VITAMINA D

   Si el hígado en sí es o no vulnerable a los daños se ha mantenido como una pregunta abierta y esta investigación puede ayudar a responder a esa cuestión. Los ratones que permanecieron un tiempo en órbita alrededor de la Tierra en el vuelo final del transbordador espacial en 2011 hicieron posible que los científicos estudiaran sus órganos internos cuando regresaron.

   El equipo de Jonscher encontró que los vuelos espaciales produjeron un aumento de la acumulación de grasa en el hígado, comparando ratones alimentados en la Tierra con los de la lanzadera. Esto fue acompañado por una pérdida de retinol, una forma animal de la vitamina A, y cambios en los niveles de los genes responsables de la descomposición de las grasas.

   Como resultado, los ratones mostraron signos de enfermedad de hígado graso no alcohólica (EHNA) y potenciales indicadores tempranos de inicios de fibrosis, que puede ser una de las consecuencias más progresivas del hígado graso no alcohólico.

   "Por lo general, se tarda mucho tiempo, meses o años, en inducir fibrosis en los ratones, incluso al comer una dieta poco saludable --relata Jonscher--. Si un ratón está mostrando signos incipientes de fibrosis sin un cambio en la dieta después de 13 días y medio, q¿ué está pasando a los seres humanos?".

   Con la planificación de misiones espaciales de la NASA más largas, incluyendo una a Marte que llevaría al menos un año, estos resultados son significativos. "Tenemos que mirar a los ratones que participan en vuelos espaciales de duración más larga para ver si hay mecanismos compensatorios que entran en juego que podrían protegerlos de daños graves", adelanta Jonscher, quien apunta que la tensión de los vuelos espaciales y la reentrada a la Tierra podrían también haber desempeñado un papel en el daño hepático.

   "Se necesitan estudios adicionales en esta área y el análisis de tejidos recogidos en el espacio a partir de ratones que hayan estado a bordo de la Estación Espacial Internacional durante varios meses puede ayudar a determinar si el vuelo espacial a largo plazo podría conducir a un daño hepático más avanzado y si el daño se puede prevenir", concluye esta investigadora, cuyo trabajo se detalla en un artículo publicado en 'Plos One'.