Motivos para dejar de fumar en 2016

Fumador, tabaco
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Actualizado: lunes, 11 enero 2016 13:46

   MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

   La toxicidad del humo y el incremento del riesgo de infarto y de cáncer son algunos de los principales motivos que, a juicio de expertos del Hospital NISA Pardo de Aravaca (Madrid), deberían servir para abandonar el tabaco a lo largo de este año.

   Y es que, en el humo de un cigarro hay 4.000 sustancias químicas, de las cuales, como mínimo, 250 son nocivas y más de 50 cancerígenas para el ser humano. Además, en el cigarro están presentes otras sustancias como el alquitrán, arsénico y formaldehído.

   Asimismo, el tabaquismo es el principal factor de infarto cerebral entre la población joven aunque, cinco años después de dejar de fumar, los riesgos de sufrir uno son la mitad que una persona que haya seguido fumando. Pero la toxicidad del humo también afecta a los no fumadores. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 700 millones de niños, respiran aire contaminado por el tabaco.

   Del mismo modo, el tabaco aumenta la posibilidad de tener cáncer hasta 20 veces más en casi todos los órganos del cuerpo. Del mismo modo, prosiguen, elimina el colágeno y acelera el envejecimiento de la piel, mientras que dejar de fumar retrasa la aparición de líneas de expresión y la flacidez facial.

TIEMPO Y BENEFICIOS

   Desde los primeros minutos que se deja de fumar, el cuerpo intenta volver a la normalidad, a los 20 minutos la presión arterial y frecuencia cardiaca se estabilizan, a las 24 horas, el monóxido de carbono desaparece del organismo y los pulmones comienzan a expulsar los residuos del tabaco, a los 3 meses han mejorado la circulación y los problemas respiratorios.

   Con el objetivo de ayudar a dejar de fumar el Hospital NISA Pardo de Aravaca cuenta con una Unidad de Deshabituación Tabáquica, para tratar esta adicción en aquellas personas que quieren dejar de fumar, ya sea por necesidad médica, o por una cuestión de hábitos saludables, de cara al 2016.

   "El tabaco es un oxidante muy potente, que provoca el envejecimiento acelerado del organismo: la piel pierde luminosidad y firmeza, en los pulmones se desarrolla enfisema, en las arterias favorece la arterioesclerosis y se generan problemas cardiovasculares, y en todas las células puede provocar la degeneración que lleva al desarrollo del cáncer", ha comentado el responsable de la Unidad de Deshabituación Tabáquica, el doctor Villasante.

   La unidad ofrece un plan de tratamiento de 6 meses de duración, en el que el equipo médico analiza al paciente para determinar su grado de dependencia física y psicológica, e indaga sobre la motivación que le ha llevado a buscar el tratamiento, como la existencia de una enfermedad relacionada, síntomas como cansancio, fatiga o la búsqueda de mayor calidad de vida.

   A partir de ese momento, se establece el procedimiento farmacológico que garantiza al 70 u 80 por ciento de los pacientes el abandono del tabaco. Así, y mediante consultas espaciadas en el tiempo, se previene la aparición de recaídas.