El molusco contagioso en niños: ¿Por qué es cada vez más frecuente?

Molusco contagioso.
Molusco contagioso. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / KENNETH C. ZIRKEL
Publicado: viernes, 3 enero 2020 8:17

   MADRID, 3 Ene. (EDIZIONES) -

   En los últimos años ha aumentado notablemente la frecuencia de niños con Molusco Contagioso. Es una pequeña lesión del color de la piel, como pequeñas verruguitas brillantes que pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo, según explica el Hospital de Nens de Barcelona.

   En concreto, son producidas por un virus y parece que la vía de propagación preferente, aunque no exclusiva, es el agua de las piscinas. "Los pacientes con atopia son especialmente susceptibles, siendo los moluscos, en estos casos, más difíciles de combatir, posiblemente porque el rascado que caracteriza a la enfermedad ayuda a su propagación", añade.

En una entrevista con Infosalus, la doctora Marta feito, dermatóloga de Clínica Dermatológica Internacional (CDI) indica que los moluscos están provocados por un virus que afecta sólo a la piel, y suelen contagiarse en piscinas o en el entorno familiar (a través de hermanos sobre todo), a través del contacto directo piel con piel, o a través de objetos contaminados.

   "En niños con dermatitis atópica las lesiones suelen ser más numerosas, porque la propia enfermedad supone una barrera cutánea más desestructurada (imagen de una pared de ladrillos mal cementada) que hace que los agentes del exterior penetren más fácilmente. El eccema también condiciona el picor y más rascado, que facilita que se propague más la infección", aprecia la experta.

   Especialmente dice que tiene lugar en niños menores de 8-10 años, aunque también puede presentarse en adultos. "Los moluscos son pequeños granitos de color blanquecino umbilicados (como si tuvieran una depresión en el centro), y pueden ocurrir en cualquier sitio, siendo muy frecuente la localización en el tronco y en las extremidades, y muy rara la localización en plantas y palmas. Por el contrario, las verrugas son lesiones secas (como un "callo") que ocurren en palmas y plantas", diferencia la dermatóloga.

UN PROCESO BENIGNO

   A su vez, destaca que son motivo habitual de tratamiento ambas por las molestias que ocasionan, ya sea molestias al andar (los papilomas), picor (los moluscos), o por el estigma que supone tenerlos y que pueda llegar a limitar la realización de ciertas actividades. "Hay muchos tratamientos, con resultados variables, aunque recientemente han aparecido varios con fácil posología y mínimas molestias", celebra la doctora Feito.

   Así, y a pesar de ser un proceso benigno, desde el Hospital de Nens de Barcelona reconocen que suele ser un motivo frecuente de consulta en dermatología pediátrica. "Hay que saber que se trata de un cuadro autorresolutivo, pero el período de eliminación espontáneo es muy variable, pudiendo llegar a más de 12 meses. Por ello, y fundamentalmente por motivos epidemiológicos (contagio entre hermanos, piscinas, deportes de contacto físico) se encontrará que su pediatra o su dermatólogo le recomendará eliminar los moluscos. Existen varias técnicas posibles", precisa.

   Los moluscos pueden eliminarse también con la aplicación tópica de alguna sustancia ácida o caústica sobre las lesiones, que puede administrarse en consulta o en domicilio, según precisa. La ventaja es que inicialmente el niño no siente molestias.

   "En contrapartida suelen ser sustancias agresivas localmente y que producen quemadura e irritación, mal tolerada con posterioridad y que hace que el niño se rasque, con el consecuente riesgo de infección, propagación y mala cicatrización. Se emplean en casos localizados o de difícil acceso", advierte. Igualmente, apunta que la aplicación de métodos térmicos (frío o calor) está contraindicada para el tratamiento de los moluscos, pues el riesgo de secuela es muy elevado.

   Sobre si se puede prevenir, indica que al desconocerse exactamente su vía de transmisión, no pueden darse consejos precisos en cuanto a su prevención. "Se aconseja duchar a los niños después de actividades acuáticas y que no compartan bañeras, ni toallas. La piel deshidratada parece más propensa a la adquisición del virus, por lo que puede ser recomendable usar cremas emolientes a diario. La administración de fármacos inmunoestimulantes para ayudar a las propias defensas debe ser supervisada siempre por su médico", sentencian desde el Hospital de Nens de Barcelona.