La mitad de los casos de infertilidad en la pareja se deben a causas masculinas

Actualizado: miércoles, 26 marzo 2014 17:30

MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

Aproximadamente un 17 por ciento de las parejas tendrán dificultades reproductivas y, de ellas, el 50 por ciento debido a factores masculinos, según ha informado la subdirectora de la Clínica Tambre, Rocío Núñez, quien ha recordado que el análisis de semen o seminograma, es la prueba básica que se realiza a un varón en estudio de esterilidad.

De hecho, esta prueba incluye el número de espermatozoides, su movilidad y su morfología aunque, sin embargo, se estima que el 15 por ciento de los varones estériles presentan un seminograma normal, pero pueden ser infértiles.

En términos generales, el 50 por ciento de los casos de infertilidad en la pareja son debidas a causas masculinas, las cuales pueden ser azoospermia (ausencia de espermatozoides en el semen del varón); oligozoospermia (pocos espermatozoides); astenozoospermia (baja movilidad de los espermatozoides) y teratozoospermia (alto porcentaje de espermatozoides).

En algunos casos, puede que el varón incluso no sea capaz de eyacular (aspermia) o que se produzca una eyaculación retrógrada, que consiste en que el semen con los espermatozoides "refluye" hacia la vejiga, no existiendo eyaculación tras el orgasmo.

Otros factores importantes son la presencia de anticuerpos antiesperma o infecciones. También cabe la posibilidad de que tanto el número como la movilidad y la morfología de los espermatozoides sean normales, pero éstos no sean capaces de fecundar por motivos que muchas veces se desconocen.

El tratamiento por excelencia en el caso del factor masculino, si es muy severo, es la 'Microinyección intracitoplasmática' o ICSI. Con esta técnica sólo se necesita un espermatozoide móvil por cada óvulo para introducirlo y conseguir un embrión.

Ahora bien, si la alteración de los espermatozoides es genética, entonces habría que recurrir al Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP). En este caso, también se introduce un espermatozoide en cada óvulo, pero posteriormente se analizan los embriones para poder transferir el que no tenga la alteración cromosómica analizada.

No obstante, la experta ha destacado la necesidad de llevar a cabo estudios previos completos de la capacidad reproductora del varón y de la mujer previos al tratamiento de reproducción asistida. De este modo, se puede conocer el "verdadero" potencial de ambos y sus posibilidades.