Medidas para prevenir los catarros y gripes ante el frío

Gripe
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Actualizado: miércoles, 5 diciembre 2018 8:39

   MADRID, 5 Dic. (EDIZIONES) -

   Con la llegada del frío son más acusados los resfriados y, más concretamente desde diciembre y hasta abril la peligrosa gripe. Los virus que provocan ambas infecciones proliferan más en esta época porque 'lo tienen más fácil' sin las altas temperaturas del verano, en las que les cuesta sobrevivir, y por los ambientes cerrados donde pueden propagarse con más facilidad que al aire libre.

   No obstante, resfriados podemos contraer a lo largo de todo el año, si bien es cierto que en invierno, en las épocas de frío, es más fácil contraerlos o contagiarnos de otras personas por los factores antes mencionados. Así lo explica en una entrevista con Infosalus la doctora Esther Redondo, coordinadora del grupo de actividades preventivas y salud publica de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).

   "Tanto la gripe como los catarros son provocados ambos por virus. Son enfermedades infecciosas, pero virus distintos y de comportamiento diferente. La gripe es un virus que muta cada año y normalmente produce una epidemia anual, si nos la cogemos puede ser como mucho una vez al año, pero los virus de los catarros se pueden coger 4-6 veces al año, independientemente de si es verano o invierno", matiza la especialista.

   Clínicamente dice que la gripe obliga generalmente a interrumpir la actividad diaria, a estar en cama. Ésta, según describe, se acompaña de fiebre elevada, suele dar mucho malestar general, dolor de cabeza, aparte de dolores musculares. "Además suele haber algún síntoma respiratorio como la tos, el dolor de garganta o la dificultad para respirar. Al menos provoca uno de estos síntomas respiratorios. Aparece de forma brusca, en unas horas, de repente", precisa la especialista.

   En el caso del catarro o del resfriado señala que aparece paulatinamente. Te empiezas a encontrar mal, se tiene tos durante dos o tres días, la fiebre no es muy frecuente, y si la hay es baja, aparte de que no hay ese dolor muscular y malestar general. "Es raro que haya dolor de cabeza intenso, pero sí se suelen tener síntomas respiratorios altos como la congestión ocular, muchos mocos, incluso puede doler un poco el oído", apostilla.

¿QUÉ PASA SI NO NOS ABRIGAMOS LO SUFICIENTE?

   La doctora Redondo destaca que, a pesar de que se encuentre en el imaginario popular, una persona no puede resfriarse por no ir lo suficientemente abrigada. Una persona enferma porque se contagia de un virus y contrae el resfriado o la gripe, no por llevar una camiseta de menos o por no taparse la garganta.

   "Lo que sí puede suceder es que si tu pasas bruscamente de un ambiente cálido a uno frío, sí se puede irritar al epitelio respiratorio, que se queda como inflamado, y si en el ambiente hay virus se favorece la infección", indica la experta de SERMEGEN.

   Además, precisa que sí que es verdad que uno se puede contagiar de una gripe sin contagiarse directamente de nadie, es decir, que las personas que tienen el virus gripal al estornudar, toser, o hablar, por ejemplo, emiten unas gotas que se pueden quedar en el aire pero también en superficies de trabajo, como en el teclado, en el ratón, en la manivela de la puerta, o en superficies poco porosas y rígidas.

   "El virus puede permanecer ahí 6-8 horas y si alguien ha estado en una mesa de trabajo o en el ratón, éste queda contaminado y a través de la mano se contagia, y al tocarse su cara, su boca, o su nariz, o bien los ojos, puede contagiarse sin ser directamente por la vía respiratoria del aire", remarca la doctora.

CÓMO REFORZAR NUESTRAS DEFENSAS EN EL DÍA A DÍA

   Según Redondo, la medida fundamental para prevenir la gripe es vacunarse, sobre todo si se es grupo de riesgo: enfermos crónicos, los que tienen enfermedades del sistema inmune, pacientes oncológicos, embarazadas, profesional sanitario, de servicios esenciales para la comunidad, mayores de 60-65 años aunque estén sanos. "Como grupo no de riesgo estaría bien la vacunación de los menores de 5 años, muchos de ellos fuente de infección de sus progenitores", sostiene.

   En cuanto al catarro, la experta subraya que se puede prevenir a través de una serie de medidas generales que sirven también para la gripe, como evitar tocarnos la nariz, la boca y los ojos para no autocontagiarnos a partir de superficies, tener limpias las superficies de trabajo, realizar un lavado riguroso y frecuente de manos, toser sobre el brazo, utilizar pañuelos de papel desechables, así como airear habitaciones, además de seguir una buena dieta, saludable, y una alimentación con fruta y verdura, además de la práctica de ejercicio.

Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) señalan que actualmente no hay una vacuna eficaz contra el resfriado de forma global, pues son muchísimos los microbios capaces de dar lugar a este cuadro clínico.

   Otra estrategia preventiva, más difícil de llevar a cabo en su opinión, es la evitación de la exposición a personas acatarradas. "De todas formas, no nos cansaremos de repetir que el lavado de manos frecuente es uno de los mejores hábitos para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas", insisten.

   Por parte de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) sugieren abrigarse siempre, ya que el frío y el viento facilitan los resfriados, y hacen una mención especial al uso de los antibióticos en estos casos ya que, según resaltan, no curan el resfriado, y no son eficaces para tratar los virus.

   Aparte, aseguran que no se ha demostrado que la vitamina C o las plantas como la equinácea prevengan esta enfermedad. Igualmente, subrayan que no hay vacunas para el resfriado, y remarcan que la vacuna de la gripe previene de la gripe, pero no del resfriado.