Mayor incidencia de fibrilación adenomatosa no diagnosticada en pacientes con riesgo de ictus

Ictus, derrame cerebral, cerebro
ONALD REAGAN UCLA MEDICAL CENTER
Actualizado: jueves, 31 agosto 2017 5:08

   MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Con el uso de monitores cardiacos implantados, investigadores encontraron una incidencia sustancial (casi el 30 por ciento) de fibrilación auricular (FA) no diagnosticada previamente después de 18 meses en pacientes con alto riesgo de FA y accidente cerebrovascular, según un estudio publicado por 'JAMA Cardiology'. El estudio se publica coincidiendo con su presentación en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología 2017, que se celebra este sábado en Barcelona.

   La fibrilación auricular afecta a millones de personas en todo el mundo y aumenta con la edad avanzada, la hipertensión, la diabetes y la insuficiencia cardiaca, trastornos que se asocian con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular. Los episodios de fibrilación auricular pueden ser sintomáticos, asintomáticos (es decir, FA silenciosa) o ambos. La insuficiencia cardiaca o accidente cerebrovascular puede ser la primera manifestación clínica de la FA, por lo que resultan esenciales para la prevención del ictus reconocer la FA previamente no diagnosticada y comenzar con las terapias apropiadas.

   La monitorización electrocardiográfica prolongada mínimamente invasiva con pequeños monitores cardiacos insertables (ICMs, por sus siglas en inglés) colocados bajo la piel podría ayudar con el diagnóstico precoz de la FA y el tratamiento anterior. El profesor James A. Reiffel, del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia, Nueva York, Estados Unidos, y sus colegas realizaron un estudio en el que 385 pacientes recibieron un monitor cardíaco insertable. Los pacientes tenían un alto riesgo tanto de FA como de accidente cerebrovascular.

   Aproximadamente, el 90 por ciento presentaba síntomas inespecíficos potencialmente compatibles con la FA, como fatiga, dificultades respiratorias y/o palpitaciones, y tenía tres o más de estos factores: insuficiencia cardiaca, hipertensión, 75 años o más, diabetes, accidente cerebrovascular previo o ataque isquémico transitorio; o dos de los primeros más al menos uno de los siguientes factores adicionales de riesgo de FA: enfermedad coronaria, insuficiencia renal, apnea del sueño o enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Los pacientes fueron sometidos a un seguimiento de 18 a 30 meses.

   Los científicos encontraron que la tasa de detección de FA de seis o más minutos a los 18 meses fue del 29 por ciento. Las tasas de detección a los 30 días y 6, 12, 24 y 30 meses fueron del 6 por ciento, 20 por ciento, 27 por ciento, 34 por ciento y 40 por ciento, respectivamente. La mediana de tiempo desde la inserción del dispositivo hasta la primera detección del episodio de FA fue de 123 días. De los pacientes con FA de seis o más minutos a los 18 meses, el 10 por ciento tuvo uno o más episodios de 24 horas o más, y se prescribió anticoagulación oral a 72 pacientes (56 por ciento).

   El estudio señala algunas limitaciones, incluyendo su modesto tamaño. Los autores escriben que a medida que la incidencia de FA sigue aumentando a los 30 meses, la duración ideal de la monitorización no está clara. "Hacen falta otros ensayos sobre el valor de la detección de FA subclínica y de las terapias profilácticas", plantean.