Más de la mitad de la población padecerá un trastorno de articulación temporomandibular

Dolor de oidos. Otitis
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Actualizado: miércoles, 27 julio 2016 9:00

   MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Entre un 40 y un 75 por ciento de la población puede padecer algún tipo de trastorno de articulación temporomandibular (ATM, por sus siglas) a lo largo de su vida, siendo las mujeres de entre 15 y 45 años las más más susceptibles a sufrir este trastorno, según se desprende del estudio 'Desórdenes temporomandibulares'.

   La sintomatología más común asociada a los trastornos de la articulación temporomandibular va desde la dificultad o molestia en la masticación, chasquidos al abrir y/o cerrar la boca, dolor de oído, de cabeza o sensibilidad en la mandíbula, hasta problemas para cerrar la boca.

   "La mayor parte de las personas que buscan asistencia por traumatismos de la articulación temporomandibular presentan como síntoma principal el dolor general en la cara, sobre todo de músculos masticatorios y de cabeza, cuya principal causa es la presencia de una disfunción de esta", ha explicado la odontóloga responsable de Dirección Asistencial de Sanitas Dental, Patricia Zubeldia.

   Ahora bien, a pesar de su alta incidencia, las causas no están claramente determinadas ya que, según ha analizado la experta, en algunos casos, un trauma en la mandíbula o la ATM puede suponer un factor de desarrollo de estos trastornos, pero en la mayoría de los casos, no se conocen las causas.

   No obstante, recalca, sí que hay una serie de factores de riesgo "muy definidos" como, por ejemplo, una mala mordida, el rechinamiento de los dientes (bruxismo) o el estrés. Además, una mala alimentación o la falta de sueño provocarían algunos de los síntomas de esta patología. "Aunque se trata de un problema muy común, la gran mayoría de la población no consulta o busca atención médica debido a que los síntomas no afectan a la calidad de la vida diaria", ha recalcado Zubeldia.

TRATAMIENTO DE TRASTORNOS DE LA ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR

   En los casos de sintomatología más severa, el procedimiento puede llegar a ser una cirugía mínimamente invasiva, aunque los más comunes son los tratamientos de enfoque conservador, mediante el uso de fármacos y una férula de descarga nocturna.

    Se trata de una placa de plástico transparente que tiene el fin de evitar que los dientes de arriba entren en contacto con los de abajo, para no permitir el desgaste que se produce al apretar o friccionar unos contra otros. La férula de descarga, además, permite la relajación de los músculos y la colocación de la articulación mandibular en su posición normal.

   De este modo, se lleva a cabo una labor de "desprogramación" de los músculos y que estos se deshabitúan a mantener las posiciones que causan tensión y provocan la acción de apretar los dientes. "Las terapias simples y suaves son las primeras que se recomiendan e implican acciones como relajar y masajear los músculos de la mandíbula, aplicar técnicas antiestrés o compresas húmedas, frías o calientes en la cara. No obstante, si el dolor derivado del trastorno de la ATM es muy intenso, el paciente deberá acudir a su médico u odontólogo para que le recete medicamentos antiinflamatorios o relajantes musculares", ha enfatizado la doctora.

   Dicho esto, ha informado de que los grupos de población que más padecen estos problemas son los deportistas, los adultos y los adolescentes, lo que es de esperar si se tiene en cuenta que son los grupos que se ven expuestos en mayor medida a factores condicionantes como el estrés.

   De hecho, según el 'Estudio Sanitas de Salud Bucodental', los deportistas son los que más padecen este tipo de problemas, ya que un 23,1% de estos ha tenido que acudir al dentista durante el último año por este motivo. Este dato se explica por los riesgos presentes en la práctica deportiva y también por otros elementos como el estrés o el bruxismo.

   El segundo conjunto de población con una mayor tasa de estos trastornos son los adultos, puesto que el 21 por ciento de estos presenta trastornos de la ATM, seguido de los adolescentes con un 18,7 por ciento del total afectado por los trastornos de la articulación temporomandibular, lo que supone un 11 por ciento más que los niños, los mayores o las embarazas.