Manual para aprender a quererte

QUERERSE, MUJER, CORAZÓN
GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / M-GUCCI
Actualizado: domingo, 16 septiembre 2018 6:17

   MADRID, 16 Sep. (EDIZIONES) -

   Tan sólo cuando nos liberemos de la culpa y de la necesidad lograremos amar honestamente y nos sentiremos mejor físicamente y mentalmente. Es fundamental para nuestra salud. Para ello es fundamental querernos a nosotros mismos, y con ello, aprender cómo funciona nuestra mente para poder liberarla de los subconscientes limitadores que la dominan.

   Así lo defiende en una entrevista con Infosalus la coach Ruth Nieves, quien acaba de publicar ‘El amor de tu vida’ (Planeta), un manual en el que refleja que la relación que mantenemos con el otro no es distinta de la relación que se tiene con uno mismo, y la manera en la que se admira, se observa y se escucha a la pareja no es más que el reflejo de cómo se admira uno mismo, se observa y se escucha a si mismo.

   “El amor no es obediencia, ni control, no es complicado, no implica sufrimiento, ni impone condiciones, no es obligación ni sacrificio. Por el contrario es respeto, confianza, aceptación, gozo, libertad, un regalo que se nos es dado y debemos cuidarlo como se merece”, añade.

   Por ello, la coach defiende que es importante saber gestionar el amor que sentimos en primer lugar por nosotros mismos. “Es muy importante el amarnos a nosotros mismos porque nuestras células necesitan nuestro amor. Cuando sentimos amor respiramos. Nuestro cuerpo puede respirar de forma adecuada y así las células reciben todo el oxígeno que necesitan. Nuestro cuerpo puede funcionar en armonía cuando sentimos amor”, defiende la autora.

   En cambio cuando nos enfadamos, exigimos o criticamos, por ejemplo, Nieves dice que hacemos daño a nuestro cuerpo, que entra en estado de estrés, y por ejemplo nuestra respiración cambia, por lo que a las células no llega tanto oxígeno. “Ese estrés a nivel químico pasa a nuestras células. Con lo cual todo lo que sintamos hacia nosotros mismos que no sea amor a nuestro cuerpo lo va intoxicando”, avisa.

   Igualmente, defiende que es muy importante aprender a quererse a uno mismo. “El organismo para funcionar bien necesita estar relajado. Cuando estamos llenos de ira, de resentimiento, o de críticas por ejemplo, nuestro cuerpo entra en modo estrés y empieza a no realizar sus funciones biológicas adecuadamente. Nuestro cuerpo puede tolerar el estrés un rato, pero no las 24 horas al día”, advierte.

   Aquí la autora pide diferenciar cuando nos relacionamos desde la dependencia emocional y desde el deseo de que el otro satisfaga nuestras necesidades, y cuando lo hacemos desde el deseo de compartir nuestro gozo y amor.

   “Todos tenemos necesidades emocionales que necesitan ser cubiertas. Entonces cuando no atiendes tus necesidades emocionales de ser amado, reconocido, o valorado, por ejemplo, vas a buscar que otro haga eso por ti. Cuando la otra persona esté bien podrá darte lo que necesitas si sabe darlo, pero cuando la otra persona o no está bien o no sabe darte lo que necesitas, porque esa persona a sí misma tampoco se lo da, se experimentará el sufrimiento o la carencia. Hay una diferencia entre ‘yo hago algo por ti porque te quiero’, a ‘yo hago algo por ti porque quiero que me quieras’”, agrega.

LIBERAR NUESTRO SUFRIMIENTO ACUMULADO

   En este punto, la coach defiende que es necesario liberarnos del sufrimiento acumulado para nuestra salud y centra su mensaje en el papel del amor, ya que, a su juicio, existe mucha desorientación sobre el amor, y se confunde que amor es sinónimo de sufrimiento, cuando no lo es.

   “Todos relacionamos que si no sufrimos no amamos bien. Es una querencia limitante que crea confusión y estamos equivocados y confundidos con respecto a lo que es el amor. Por un lado, es importante saber que el amor es bueno, es fácil, que el amor es libertad, alegría, que sucede fácilmente. Hay que tener claro lo que es amor y no lo es, y saber que lo que nos hace daño es el miedo, el juzgar al otro es lo que nos hace sufrir”, agrega Nieves.

   Aparte, recomienda que todas las emociones que sentimos o reprimimos es importante sentirlas sin juzgarlas para poder liberarlas y que éstas no se queden almacenadas en nuestro cuerpo. “Esto lo conseguiríamos permitiéndonos sentir lo que vamos a sentir sin juzgarlo. No juzgarse cuando se llora, o si sientes rabia expresarla sin echársela a nadie encima. Pero lo más importante es no juzgarse y sí liberar una energía que necesita salir de ti para llenarte de alegría, de amor y de paz”, defiende en el libro.

   En el libro aporta así varias formas de liberar estas emociones: respirar profundamente; permitirse llorar cuando se necesita; el yoga, porque en éste se respira en los distintos ejercicios y facilita que esa energía salga del cuerpo; bailar; correr; hacer deporte y el movimiento ayuda a que las emociones salgan, entre otras.

   “Lo más importante es darte un espacio y un tiempo para sentir lo que necesitas sentir. No reprimirse. De pequeños nos dicen muchas veces que los hombres no lloran, o que no hay que llorar, cuando en realidad el cuerpo necesita liberar de alguna forma esa tensión acumulada”, sentencia.