Las lesiones cerebrales en menores se triplican en verano debido a los ahogamientos

Niños En La Piscina
EUROPA PRESS/CAMARGO
Actualizado: viernes, 23 junio 2017 13:04

   MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Los ahogamientos son la principal causa de lesión cerebral en menores debido al exceso de confianza y las imprudencias, lesiones que se triplican cuando llega el verano, según los profesionales de Hospitales Vithas Nisa, quienes subrayan que la clave está en la prevención.

   En esta línea, estas lesiones son producidas por la anoxia, es decir, la ausencia de aporte sanguíneo a los tejidos que después de más de tres minutos puede causar daños cerebrales importantes. "La gravedad de las lesiones provocadas dependerá del tiempo que el cerebro permanezca privado de oxígeno y de que la reducción del flujo sea total o parcial", ha explicado la doctora del Servicio de Neurorrehabilitación de Hospitales Vithas Nisa, Carolina Colomer.

   "En general, los síntomas secundarios a una lesión causada por falta de oxígeno son alteraciones del nivel de conciencia, alteraciones en las funciones cognitivas y en la movilidad", ha añadido.

   En cuanto a las cifras, los ahogamientos de menores ocurridos este año se han incrementado un 62 por ciento respecto a las cifras registradas el año anterior en estas mismas fechas, sumando ya con 13 accidentes mortales, según recientes datos de la VII Campaña de Seguridad Infantil. Del total, la mitad se han producido en piscinas, dos en playas, dos en albercas y otros dos en ríos.

   Sin embargo, a estas cifras "elevadísimas" de víctimas hay que añadir el número de personas que logra sobrevivir al ahogamiento y son hospitalizados con daño cerebral, según ha recordado Colomer.

VIGILAR A LOS NIÑOS AUNQUE SEAN MÁS MAYORES

   Por todo ello, la prevención es fundamental y, en esta línea, el Servicio de Neurorrehabilitación de Hospitales Vithas Nisa ha recomendado una serie de medidas de prevención entre las que se encuentra extremar la vigilancia en los niños en todo momento cuando estén en el agua o jugando cerca de ella, incluso aunque lleven flotadores o manguitos, y no delegar esta responsabilidad en un niño, aunque sea más mayor; o explicar a los niños las normas de seguridad, para concienciarlos y promover su prudencia.

   Asegurarse de que la piscina cuenta con las medidas de seguridad adecuadas como socorrista o cercado perimetral para que los hijos pequeños no puedan acceder libremente, o prevenir el corte de digestión, evitando entrar bruscamente en el agua, sobre todo después de haber tomado el sol o de haber comido, son otras de las recomendaciones.