Investigan una potencial terapia para reducir inflamación tras un infarto

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Actualizado: jueves, 9 junio 2016 8:31

   MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Un nuevo estudio dirigido por investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, ha identificado un mecanismo detrás del aumento de la inflamación cardiovascular que tiene lugar después de un ataque al corazón. En colaboración con científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), también desarrollaron una estrategia potencial para suprimir la inflamación en las placas ateroscleróticas.

   "Hemos encontrado que la activación de las fibras nerviosas simpáticas dentro del revestimiento arterial, que tiene lugar en respuesta a un ataque al corazón, provoca un aumento de la expresión de moléculas de adhesión en las células endoteliales que recubren las placas ateroscleróticas. Esas moléculas atraen a los glóbulos blancos inflamatorios y hacen que las células se adhieran a las placas, elevando el riesgo de otro ataque al corazón", dice el coautor del informe Matthias Nahrendorf, del Centro de Biología de Sistemas del MGH.

   "También encontramos que podemos apagar la expresión de esas moléculas de adhesión por medio de ARN de interferencia suministrado por nanopartículas", afirma este investigador, cuyo trabajo en modelos animales de enfermedades del corazón se describe en un artículo publicado en 'Science Translational Medicine'.

   Un estudio de 2012 publicado en 'Nature' dirigido por Nahrendorf fue el primero en demostrar que un ataque al corazón inducido experimentalmente condujo tanto a mayor generación de monocitos y otras células inflamatorias como a acumulación de las células en las placas ateroscleróticas existentes. Estas células inmunes se unen a y penetran dentro de las células endoteliales por medio de moléculas de adhesión en la superficie de células endoteliales.

   En el estudio actual, una serie de experimentos con un modelo de ratón de la aterosclerosis reveló que la actividad de las fibras nerviosas simpáticas dentro de las aortas de los animales fue responsable del aumento de la expresión de varias moléculas de adhesión después de un ataque al corazón.

   Los investigadores probaron si pequeños ARN de interferencia (siRNA), que se dirigen con precisión a la producción de proteínas específicas, podrían emplearse para reducir la expresión de moléculas de adhesión en las células endoteliales. Esto se logró por medio de nanopartículas dirigidas a las cinco moléculas de adhesión que se sabe que están expresadas en sitios de inflamación arterial.

   Un estudio de 2011 por Nahrendorf y varios miembros del equipo de investigación en curso --incluyendo el coautor Daniel Anderson, del MIT-- había utilizado nanopartículas siRNA para apuntar a una sola proteína inflamatoria del receptor.

UN TRATAMIENTO PREVENTIVO Y CURATIVO

   Dirigirse a las cinco moléculas de adhesión no sólo redujo el reclutamiento de las células inmunes inflamatorias a las placas aórticas en los animales, sino que también disminuyó la expresión de proteínas inflamatorias llamadas citoquinas y enzimas que contribuyen a la ruptura de la placa arterial que desencadena un ataque al corazón.

   Aplicar el tratamiento antes de un ataque cardiaco inducido redujo los cambios inflamatorios posteriores, mientras que el tratamiento después de un ataque al corazón redujo el reclutamiento de células inflamatorias a la mitad y mejoró la recuperación de la función del corazón. Una nanopartícula dirigida a una única molécula de adhesión fue significativamente menos eficaz.

   "No existe una terapia cardiovascular actual dirigida al reclutamiento de células inmunes en las placas, a pesar de que es el principal contribuyente a futuros eventos isquémicos, los causados por un corte del suministro de sangre", dice Nahrendorf, profesor asociado de Radiología en la Escuela de Medicina de Harvard, Estados Unidos.

   "Una vez se traduzca este enfoque, esperamos que puede ayudar a 'enfriar' la inflamación en pacientes con lesión de un órgano isquémico, protegiendo a los pacientes cardíacos de un segundo ataque al corazón y adyudando al corazón a recuperarse. Ahora tenemos que probar este método en animales más grandes y confirmar su seguridad antes de que pueda evaluarse en pacientes humanos", concluye.