Investigadores del CSIC descubren un oncogen responsable de la supervivencia de los linfocitos en el sistema inmune

Actualizado: lunes, 29 junio 2009 16:42

MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de científicos del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, perteneciente al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y de la Universidad de Salamanca, han descubierto que el oncogen TC21, precursor del cáncer, es imprescindible para garantizar la supervivencia de los linfocitos en el sistema inmune, según un artículo que aparece publicado en el último número de la revista 'Nature Inmunology'.

Tras investigar el mecanismos de estos glóbulos blancos responsable del control de las defensas contra patógenos en el ser humano, han comprobado que la sobreactivación del gen TC21 podría ser clave en la transformación de los linfocitos en células cancerosas, lo que convierte a TC21 en una potencial diana antitumoral.

Los linfocitos están encargados de reconocer los microorganismos patógenos, ya sean bacterias, parásitos o virus, algo que logran gracias a una sustancia que incorporan estos microorganismos invasores, los antígenos, que reconocen a través de unos receptores alojados en su membrana (receptores TCR en el caso de los linfocitos clase T y BCR para los linfocitos B).

Cuando los linfocitos se encuentran con los microorganismos portadores de antígenos, los TCR y BCR transmiten señales de activación que provocan que los linfocitos proliferen, se activen y, a su vez, produzcan la activación del sistema inmunitario, que procederá a la destrucción de los microorganismos.

Pero, además de estas señales, TCR y BCR transmiten señales de baja intensidad aun en ausencia de antígenos, necesarias para mantener vivos a los linfocitos. De este modo, los expertos ha analizado estas señales en relación con el oncogén TC21, que puede controlar la transmisión de señales de supervivencia de TCR y BCR. Basándose en modelos animales, comprobaron que, si la activación de TC21 es deficiente, se produce una drástica disminución del número de linfocitos.

Según el doctor Balbino Alarcón, director de la investigación, la constatación de que TC21 está sobreactivado en distintos tipos de linfoma sugiere que el oncogén podría ser responsable de la supervivencia de linfocitos T y B en situaciones no fisiológicas y que, "en caso de mal funcionamiento, podría constituir uno de los pasos clave en el proceso de su transformación en células cancerosas, lo que le convertiría en una diana antitumoral".

SINAPSIS INMUNOLÓGICA FRENTE A INFECCIONES

Por otro lado, como también publica la revista 'Nature Inmunology', investigadores del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC han aportado nuevos datos sobre la activación de los linfocitos T en la respuesta inmune del organismo frente a patógenos. La investigación, dirigida por José Luis Rodríguez-Fernández, desvela una nueva función de la sinapsis inmunológica en este proceso de activación y confirma su relevancia en la articulación de la respuesta inmune.

La activación de los linfocitos T tiene lugar en los ganglios linfáticos, regiones distribuidas por todo el cuerpo humano, que se asemejan a los puntos de encuentro de aeropuertos o estaciones. En ellas se apostan otras células del sistema inmune del cuerpo humano, como las células dendríticas, que previamente han engullido a los microorganismos en la zona de infección para, después, migrar a los ganglios y presentar los antígenos1 a los linfocitos T.

A través de los ganglios, transitan continuamente linfocitos T que palpan las células dendríticas hasta que sus receptores de membrana TCR reconocen un antígeno determinado, que proviene de la zona de infección, y que está expuesto sobre la célula dendrítica. Cuando esto ocurre, el linfocito se detiene y forma la sinapsis inmunológica con la célula dendrítica. Se trata de una compleja estructura subcelular, formada en la zona de interacción entre el linfocito T y la célula activación del linfocito. Cuando sucede, los linfocitos T proliferan y abandonan los ganglios para participar en la respuesta inmune.

Hasta el momento, los estudios sobre la función de la sinapsis inmunológica se habían centrado en el linfocito y no en la célula dendrítica. Éste ha sido el cometido de los investigadores del CSIC que en este trabajo muestran que la sinapsis inmunológica juega un importante papel en la regulación de la supervivencia de la célula dendrítica. "Desde la sinapsis inmunológica se transmiten señales intracelulares que retrasan la apoptosis de la célula dendrítica, lo que se lleve a cabo la activación del linfocito T", explicó Rodríguez-Fernández.