Investigadores consiguen ver cómo las células T pasan el VIH sexualmente a un nuevo huésped

VIH
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Actualizado: miércoles, 9 mayo 2018 5:04

MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -

Es ampliamente conocido que el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se transmite sexualmente, pero cómo el virus cruza las membranas mucosas genitales para alcanzar sus objetivos en el sistema inmune no se comprende tan bien. Investigaciones previas han analizado las mediciones bioquímicas o la morfología en varios puntos durante la transmisión del VIH para investigar este proceso, pero en un estudio publicado este martes en 'Cell Reports', investigadores en Francia construyeron un modelo in vitro de la mucosa uretral para verlo desde el inicio hasta el final.

"Teníamos esta idea global de cómo el VIH infecta este tejido, pero seguir algunos en vivo es completamente diferente. Se puede definir la secuencia precisa de eventos y nos sorprendieron mucho", explica la investigadora principal de este trabajo, Morgane Bomsel, bióloga molecular del Instituto Cochin, el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de Francia (INSERM, por sus siglas en francés), el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS, por sus siglas en francés) y la Universidad París Descartes, en Francia.

En los vídeos, una célula T infectada con VIH marcado con fluorescencia verde encuentra células epiteliales de un tejido de mucosa uretral reconstruido. Cuando las células T infectadas y una célula epitelial entran en contacto, se forma una especie de bolsa, llamada sinapsis virológica. Esta reorganización de la célula infectada estimula la producción del virus infeccioso del VIH, que aparece en los vídeos como puntos fluorescentes verdes.

Luego, como el rayo verde neón de una pistola bláster en una vieja película de ciencia ficción, el virus se propaga a través de la sinapsis hacia la célula epitelial de la mucosa. Es importante destacar que la célula epitelial no está infectada: el virus simplemente viaja a través de la célula mediante la transcitosis. Una vez que cruza la capa epitelial, es capturada por células inmunes llamadas macrófagos en el estroma.

Tras una hora o dos, una vez que se ha producido el virus y lanzado, el contacto celular finaliza y la célula T infectada se mueve. Estas células T infectadas están presentes en todos los fluidos genitales que transmiten la infección. Mientras que los virus libres de células pueden atravesar la mucosa, son mucho menos eficientes para penetrar que los virus unidos a las células que pueden hacer uso de la sinapsis virológica y la transcitosis.

EN BUSCA DE MÉTODOS PARA PUGAR EL RESERVORIO DE LOS MACRÓFAGOS

Un hallazgo sorprendente de esta imagen fue que las células T infectadas parecían dirigirse a las células epiteliales directamente encima de los macrófagos. "El macrófago simplemente se queda quieto, listo para contraer el virus cuando escapa de las células epiteliales. Pero esta observación dinámica nos permitió darnos cuenta de que la sinapsis siempre se forma en las células epiteliales que están justo encima de los macrófagos, lo que sugiere que tenemos una interacción entre los macrófagos y el epitelio. No podríamos haberlo imaginado antes de este tipo de imágenes", dice.

Estos macrófagos continúan produciendo y eliminando el virus durante 20 días, después de lo cual entran en un estado latente que no produce virus. Pero el virus todavía se almacena en el macrófago, lo que plantea un desafío para los esfuerzos por desarrollar tratamientos para el VIH, porque el virus llega a estos reservorios de macrófagos en el tejido genital mucho antes en el proceso de infección que los reservorios de células T más frecuentemente estudiados en la sangre.

"Una vez que el VIH se instala en el reservorio, la vida es muy complicada si se quiere erradicar el virus", dice Bomsel. El tratamiento con terapias antirretrovirales puede mantener reservorios del virus latente, pero detener la terapia permite que el virus rebote y continúe propagándose. "Entonces, un objetivo sería actuar muy temprano en la infección para evitar la formación de este reservorio, por lo que creo que hay una vacuna activa en la mucosa", afirma.

Esto es algo en lo que su equipo ya está trabajando. "Estamos tratando de encontrar formas de purgar el reservorio, porque sabemos cómo matar el virus una vez que tenemos el reservorio y otra parte de lo que estamos haciendo aquí es desarrollar una vacuna contra la mucosa del VIH --dice--. Es un campo complicado, pero creo que es importante".