Hallan remanentes evolutivos perdidos hace 250 millones de años en músculos de embriones humanos

Vista dorsal de la mano izquierda de un embrión humano de 10 semanas de edad. Se destacan los dorsometacarpales
Vista dorsal de la mano izquierda de un embrión humano de 10 semanas de edad. Se destacan los dorsometacarpales - RUI DIOGO, NATALIA SIOMAVA Y YORICK GITTON
Publicado: miércoles, 2 octubre 2019 7:00

MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de biólogos evolutivos, dirigido por el doctor Rui Diogo, de la Universidad de Howard, en Estados Unidos, ha demostrado que numerosos músculos atávicos de las extremidades, conocidos por estar presentes en muchos animales con extremidades pero generalmente ausentes en humanos adultos, están presentes durante el desarrollo humano embrionario pero se pierden antes del nacimiento.

Según publican en la revista 'Development', sorprendentemente, algunos de estos músculos, como los dorsometacarpales, desaparecieron de nuestros antepasados adultos hace más de 250 millones de años, durante la transición de reptiles sinápsidos a mamíferos.

Asimismo, tanto en la mano como en el pie, de los 30 músculos formados aproximadamente a las 7 semanas de gestación, un tercio se fusionará o desaparecerán completamente a las 13 semanas de gestación.

Esta disminución drástica es paralela a lo que sucedió en la evolución
y rebate el mito de que, tanto en nuestra evolución como en el desarrollo prenatal, tendemos a ser más complejos, con estructuras anatómicas más continuas, como la formación de músculos por la división de los músculos anteriores.

Estos hallazgos ofrecen nuevos conocimientos sobre cómo evolucionaron nuestros brazos y piernas a partir de los de nuestros antepasados, y también sobre las variaciones y patologías humanas, ya que los músculos atávicos a menudo se encuentran como variaciones raras en la población humana común o como anomalías en humanos nacidos con malformaciones congénitas.

Desde que Darwin propuso su teoría evolutiva, los científicos han argumentado que la aparición de estructuras atávicas (estructuras anatómicas perdidas en la evolución de un cierto grupo de organismos que pueden estar presentes en sus embriones o reaparecer en adultos como variaciones o anomalías) respalda firmemente la idea de que las especies cambian con el tiempo de un ancestro común a través de "descendencia con modificación".

Por ejemplo, las avestruces y otras aves no voladoras tienen alas vestigiales, mientras que las ballenas, los delfines y las marsopas carecen de extremidades posteriores, pero sus embriones inician y luego abortan el desarrollo de las extremidades posteriores.

Del mismo modo, se encuentran pequeñas estructuras temporales similares a la cola en los embriones humanos y el remanente de la cola ancestral perdida se retiene como nuestro coxis. Los investigadores también han sugerido que los músculos y huesos atávicos también se pueden ver en embriones humanos.

Esto está cambiando con el desarrollo de una nueva tecnología que proporciona imágenes 3D de alta calidad de embriones y fetos humanos. En el nuevo estudio los autores han utilizado estas imágenes para producir el primer análisis detallado del desarrollo de los músculos humanos de brazos y piernas.

La resolución sin precedentes que ofrecen las imágenes en 3D revela la presencia transitoria de varios de estos músculos atávicos. El doctor Diogo señala que "solíamos tener una mejor comprensión del desarrollo temprano de peces, ranas, pollos y ratones que de nuestra propia especie, pero estas nuevas técnicas nos permiten ver el desarrollo humano con mucho mayor detalle".

"Es fascinante --añade-- que observemos varios músculos que nunca se han descrito en el desarrollo prenatal humano, y que algunos de estos músculos atávicos se han encontrado incluso en fetos de 11,5 semanas de edad, lo que es sorprendentemente tarde para los atavismos del desarrollo".

En este sentido, agrega que, "curiosamente, algunos de los músculos atávicos se encuentran en raras ocasiones en adultos, ya sea como variaciones anatómicas sin ningún efecto notable para el individuo sano, o como resultado de malformaciones congénitas. Esto refuerza la idea de que tanto las variaciones musculares como las patologías pueden estar relacionadas con el desarrollo embrionario retrasado o detenido, en este caso tal vez un retraso o disminución de la apoptosis muscular, y ayuda a explicar por qué estos músculos se encuentran ocasionalmente en personas adultas".