La exposición PFAS en embarazadas, relacionada con el riesgo de obesidad en sus nietas

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Publicado: martes, 31 marzo 2020 6:59


MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

El primer estudio en humanos que relaciona los niveles sanguíneos de productos químicos conocidos como PFAS en mujeres embarazadas con el riesgo de obesidad en sus nietas se describe en un resumen de ENDO 2020, la reunión anual de la Sociedad Endocrina americana, que se publicará en el 'Journal of the Endocrine Society'.

Las sustancias per y polifluoroalquilo (PFAS) son productos químicos artificiales utilizados como repelentes de aceite y agua y recubrimientos para productos comunes, incluidos utensilios de cocina, alfombras y textiles. Estas sustancias químicas que alteran el sistema endocrino persisten cuando se liberan al medio ambiente y continúan acumulándose con el tiempo.

El estudio presenta la primera evidencia de que ciertas sustancias químicas PFAS que se encuentran en los hogares y el medio ambiente están correlacionadas con la obesidad en las generaciones futuras.

El nuevo estudio de prueba de concepto, que requerirá validación en la investigación experimental donde pueda haber un grupo de control,
encontró que el vínculo entre la exposición a PFAS en el embarazo y el riesgo de obesidad en las nietas es más fuerte para las abuelas con colesterol más bajo. El vínculo no fue explicado por la obesidad en las generaciones de abuelas o madres.

"Todavía no entendemos el papel conjunto del colesterol y la exposición al PFAS, que también observamos previamente en un estudio publicado sobre el cáncer de mama de las hijas en nuestra cohorte.

Sin embargo, esta ciencia respalda la idea de que los químicos ambientales en la sangre de las mujeres embarazadas, en este caso, los PFAS podrían inducir obesidad al menos hasta la generación de nietos en algunas mujeres embarazadas, incluso cuando la abuela y la madre no tienen obesidad", indica la investigadora Barbara A. Cohn, del Instituto de Salud Pública de Berkeley.

La obesidad se correlaciona con la infertilidad, las complicaciones del embarazo, la mala salud infantil y el riesgo a largo plazo de diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer, entre otros problemas de salud para las propias mujeres jóvenes. "Estos hallazgos pueden ayudar a explicar los aumentos actuales de obesidad en todo el mundo en adultos jóvenes", añade Cohn.

Los investigadores evaluaron a las mujeres inscritas en los Estudios de Salud y Desarrollo Infantil durante la década de 1960, cuando estaban embarazadas. Su embarazo y las primeras muestras de sangre posparto fueron almacenadas.

A principios de la década de 2000, los investigadores midieron el peso, la altura y la circunferencia de la cintura de un subconjunto de sus hijas y nietas. Estas medidas se utilizaron para determinar la obesidad corporal y la obesidad abdominal de las hijas y nietas, marcadores de un mayor riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer. Las madres también informaron su peso a los 30 años, aproximadamente la edad que tenían cuando estaban embarazadas con la generación de las nietas. El estudio incluyó 213 grupos de abuelas, madres y nietas (639 mujeres).

El Departamento de Control de Sustancias Tóxicas de California midió PFAS y otros productos químicos en la sangre almacenada de las abuelas que se habían recolectado uno o tres días después del parto, lo que se correlacionaría con los niveles durante el embarazo.

Los investigadores calcularon que el riesgo conjunto de una nieta de 20 años de obesidad abdominal y de todo el cuerpo aumentó un 53% con una duplicación de los niveles sanguíneos de PFAS en su abuela, cuando su abuela también tenía un colesterol más bajo (25% inferior).

Esto se tradujo en un aumento estimado de 2,3 veces en el riesgo conjunto de obesidad abdominal y de todo el cuerpo para las mujeres cuyas abuelas se encontraban en el 25% superior de la exposición al PFAS en comparación con el 25% inferior de la exposición al PFAS en este grupo.

"Esta información puede ser utilizada para guiar las políticas públicas, priorizar la limpieza de PFAS y aconsejar a las mujeres embarazadas sobre la reducción de la exposición --sugiere Cohn--. Los hallazgos deberían estimular los estudios experimentales para confirmar la causalidad y descubrir cómo la exposición al PFAS en el útero podría causar la obesidad de las nietas".