Exponer a los niños al humo de tabaco aumenta el riesgo de que ronquen de forma habitual durante la noche

Un ambiente libre de humo tiene importantes beneficios en los niños.
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Actualizado: lunes, 10 agosto 2020 14:47

   MADRID, 6 Jul. (Reuters/EP) -

   Exponer a los niños al humo de tabaco aumenta el riesgo de que ronquen de forma habitual durante la noche, según ha puesto de manifiesto un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Atlanta (Estados Unidos) y que ha sido publicado en el 'Journal of Epidemiology & Community Health'.

   "Algunos padres pueden pensar que los ronquidos en niños son benignos o incluso lindos, pero los ronquidos son a menudo el primer paso para desarrollar la apnea del sueño y se relacionan con una presión arterial alta, accidente cerebrovascular y enfermedades cardiacas", ha advertido la investigadora principal del trabajo, Lucy Popova.

   Además, tal y como ha recordado la experta, el tabaquismo de los padres y el humo de segunda mano en los niños causa otros problemas como, por ejemplo, infecciones respiratorias y del oído, asma, síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) o trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

   Para llegar a esta conclusión, los investigadores combinaron y analizaron datos de 24 estudios realizados en diferentes países que habían comparado la exposición al humo del tabaco y el riesgo de roncar en unos 88.000 niños.

   De esta forma, descubrieron que la exposición al humo antes y después del nacimiento aumentaba las probabilidades de ronquidos habituales, en comparación con los niños que no habían sido expuestos al tabaco.

   En concreto, aquellos cuyas madres habían fumado durante el embarazo tenían casi el doble de probabilidades de ser roncadores habituales, porcentaje que aumentó hasta un 87 por ciento en el caso de los que habían sido expuestos al humo al nacer.

   Otras exposiciones al humo de tabaco en el hogar, incluidos los padres que fumaron, aumentaron el riesgo en un 45 por ciento. Asimismo, los investigadores descubrieron que el riesgo de ronquidos de los niños aumentaba en proporción a la cantidad de exposición al humo, calculando que se incrementaba en aproximadamente un dos por ciento por cada cigarrillo fumado a diario en el hogar.