Expertos alertan en el Día de la Dermatitis Atópica de que en 30 años se ha triplicado la prevalencia de este mal en España

Actualizado: miércoles, 27 mayo 2009 14:29

Las causas están en la creciente polución, los cambios en el estilo de vida y el aumento en la edad materna, ya que afecta más a niños

MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -

La prevalencia de la dermatitis atópica se ha triplicado en los últimos 30 años en España debido factores como la creciente polución, los cambios en el estilo de vida y el aumento en la edad materna, afectando ya al 10 por ciento de la población general y al 20 por ciento de los niños, advirtieron hoy dermatólogos, pediatras, farmacéuticos y pacientes, en el I Día de la Dermatitis Atópica.

Los encargados de trasmitir este mensaje en el Ministerio de Sanidad fueron el presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), José Carlos Moreno; el pediatra José García-Sicilia, del Hospital de La Paz en Madrid; la farmacéutica Ana Aliaga, del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos; y el secretario ejecutivo de la Asociación de pacientes y familiares de dermatitis atópica (ADEA), José Diniz Almeida.

Según explicó el doctor García-Sicilia, la dermatitis atópica es una enfermedad de la piel recurrente, caracterizada por lesiones en forma de enrojecimiento , picor intenso y sequedad que en algunos casos aparece en la infancia y desaparecer después sin que se conozcan los motivos, pero que en otros pacientes se mantiene durante años y no desaparece con el tratamiento, llegando a generar incluso complicaciones asociadas, como el asma o la rinitis alérgica.

Esta patología afecta sobre todo a los habitantes de las grandes urbes de los países desarrollados y en especial a niños, ya que se calcula que entre un 15 y un 30 por ciento de esta población, y es motivo del 5 por ciento de las consultas pediátricas, donde se diagnostica al 60 por ciento de los menores antes de cumplir un año.

Suele manifestarse en brotes y sobre todo, con problemas como sequedad en la piel, picores e infecciones generadas por el propio paciente al rascarse, lo que genera malestar en el niño, que en muchos casos no mejora con los tratamientos, y preocupa a los padres.

LA "SOBREPROTECCIÓN DEL BEBÉ"

Aunque en su aparición influyen factores genéticos, en su desarrollo inciden circunstancias ambientales, como la humedad, el calor, la contaminación o el contacto con tejidos como la lana o jabones abrasivos, además de otros relacionados con problemas psicológicos del menor y con la "sobreprotección del bebé".

En este sentido, el doctor Moreno apuntó que el "excesivo cuidado del recién nacido, a base de demasiados antibióticos y lavados diarios, podrían no fortalecer el sistema inmune". No obstante, esto se contradice con el hecho de que, cuando habitantes de países en desarrollo llegan a Europa o América, también desarrollan este mal.

Para su tratamiento, el doctor Moreno recomienda tratar los brotes, según cada caso, con corticoides tópicos, a veces asociados a antibióticos para atajar las infecciones de la pies, u orales, empleados entre una y dos veces por semana. Desaconseja el empleo de antihistamínicos por su "escasa eficacia", ya que sólo funcionan aquellos que, como efecto secundario, provocan somnolencia.

Entre los tratamientos más agresivos, apuesta por tratamientos emergentes como la 'tacrolimus' o 'pimecrolimus', que funcionan no como sustitutos de los corticoides, que son tratamiento base de la dermatitis atópica, sino "para ahorrar corticoides" en el tratamiento de mantenimiento, una vez controlado el brote. El objetivo de los investigadores ahora es encontrar sustancias que inhiban el elemento que causa la infección externa, como ocurre en la psoriasis.

Para mantener en buen estado la piel del paciente, el experto apuesta por el empleo después del baño diario de emolientes, hidratantes que retienen el agua en la piel y retrasan la aparición de los brotes, y utilizar tratamientos de segunda linea, como los apósitos húmedos o el aceite de prímula. Alivia también el té de hierbas chinas, que debe tomarse con control, ya que puede generar afecciones hepáticas, y tomar en sol, para la mayoría de los casos.

LOS PELIGROS DE CURANDEROS Y 'PRODUCTOS MILAGRO'

Por su parte, Aliaga, desde el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, recomienda para el tratamiento de esta enfermedad, 20 minutos de baño diario con agua templada y jabones neutros; cremas emolientes aplicadas tras un secado suave; evitar sobre todo que los niños se rasquen las heridas y taparlas con tejidos transpirables; evitar los ambientes calurosos y con poca humedad; y tomar el sol. Todos estos consejos se incluyen en un decálogo creado por los farmacéuticos e incluido en su web.

La farmacéutica advirtió de los peligros de que los padres opten para atajar la enfermedad, con "soluciones poco académicas", como los 'productos milagro' que se venden como cosméticos y que pueden incluir una cantidad indeterminada de corticoides que lleguen a atrofiar la piel, adelgazarlas y generar la aparición de estrías. Además, a largo plazo, con grandes abusos, pueden provocar obesidad y pérdidas en la función renal, entre otras complicaciones.

En este sentido insistió el doctor García-Sicilia, quien asegura que la "desesperación" de los padres al no conseguir solventar el problema de sus hijos, "que no duermen ni les dejan dormir y están rascándose todo el rato", les lleva en muchos ocasiones a pedir ayuda a curanderos que, por sorprendente que parezca, puede conseguir efectos beneficiosos en la enfermedad, ya que la empatía y el apoyo psicológico que puede suponer a los padres hablar con ellos mejoraría su relación y en consecuencia, la situación psicológica del menor.