Los fármacos hipnóticos pueden ser útiles para dormir pero pueden crear dependencia

PASTILLAS
PIXABAY/NOSHEEP - Archivo
Actualizado: miércoles, 30 mayo 2018 12:37

MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -

Los fármacos hipnóticos usados para tratar los problemas de insomnio tienen con propiedades útiles pero que se pueden volver en contra cuando no se utilizan adecuadamente, ha alertado el doctor Guillén Riquelme, experto de la Cátedra de Investigación del Sueño del la Universidad de Granada- GrupoLoMonaco.

Los hipnóticos son los fármacos más utilizados por la comunidad médica para tratar los problemas de insomnio. Básicamente, se utilizan las benzodiacepinas y los análogos a las benzodiacepinas, de semivida corta, media y larga. También se utilizan con frecuencia antihistamínicos, la valeriana, 'Valium' y la melatonina. Todos ellos ayudan a restablecer el ciclo de sueño-vigilia y generan propensión al sueño. En algunos casos producen una relajación muscular que favorece el sueño.

Los expertos manifiestan que las benzodiacepinas y los análogos a las benzodiacepinas, así como el Valium, son los que presentan un mayor porcentaje de dependencia. El principal síntoma sería que la persona no pueda conciliar el sueño sin el consumo de dicha medicación. Además, se puede sentir unos mayores niveles de ansiedad durante el día al pensar que esa noche se va a dormir sin medicación.

"Siempre que se quiere retirar el tratamiento debe consultarse al especialista correspondiente, ya que dependerá de la tolerancia y la dependencia del paciente generada ante el fármaco. Y la retirada se realizará adaptada a cada caso concreto. En muchas ocasiones la interrupción se realiza de forma gradual, es decir, se reduce la dosis progresivamente durante un tiempo para que no la persona no sufra dependencia", apunta Riquelme.

Según los datos del Ministerio de Sanidad, España se sitúa por encima de la media europea en el consumo de ansiolíticos e hipnóticos, y se consumen cuatro veces más que en Alemania, Reino Unido e incluso Estados Unidos. Expertos de la Cátedra señalan ante estas estadística que hay cierta tradición de buscar tratamiento farmacológico para combatir problemas de sueño, "cuando en muchos casos sería más recomendable un tratamiento psicológico o de otros especialistas".

Hay que tener en cuenta que la retirada abrupta de estos fármacos va a generar ansiedad, dependencia y la reaparición de los problemas para dormir. La retirada siempre necesitará la supervisión de su médico y variará, no solo según el fármaco, sino según el caso. Los principales efectos indeseados de la ingesta de fármacos para dormir a largo plazo son la dependencia y la necesidad de consumir una mayor cantidad. Además, en algunos casos, el consumo continuado de algunos de estos fármacos puede agravar problemas renales.