Un estudio realizado por la UPV/EHU podría ayudar al diseño de herramientas de detección tumoral más eficaces

Doctor Emilio_Cocinero
UPV/EHU
Actualizado: lunes, 15 octubre 2018 13:11

MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

El departamento de Química Física de la UPV/EHU y el Instituto Biofísika ha realizado un estudio multidisciplinar del antígeno Tn, que aparece en el 90 por ciento de los cánceres, y que podría ayudar al diseño de herramientas de detección tumoral más eficaces.

En el trabajo, destacado como el mejor del mes por el 'Journal of the American Chemical Society (JACS)', se estudian dos variantes aparentemente similares de antígenos Tn, que difieren sólo en un aminoácido de serina o treonina.

"Son unos biomarcadores muy prometedores para identificar células cancerígenas y se han convertido en dianas muy atractivas para terapias contra el cáncer", ha explicado el miembro del Departamento de Química Física de la UPV/EHU y del Instituto de Biofísika, y uno de los autores principales del trabajo, José Cocinero.

Los antígenos son moléculas que inducen la formación de anticuerpos, debido a que el sistema inmune las reconoce como una amenaza, pudiendo desencadenar por tanto una respuesta inmunitaria. Sin embargo, los expertos han observado que tienen un comportamiento muy diferente en agua.

"Utilizando un enfoque tanto experimental como computacional, hemos demostrado que el antígeno Tn unido a la treonina asume una forma rígida en disolución gracias a una molécula de agua que contribuye a estabilizar la estructura. Por el contrario, el antígeno Tn unido a la serina carece del elemento estructural y es flexible en disolución", ha comentado el investigador de la UPV/EHU.

Estas diferencias, prosigue, no se observaron en los estudios de fase gaseosa y ambas moléculas se comportan exactamente igual, lo ha permitido conocer, por primera vez, y de forma inequívoca, el papel del agua en la estructura tridimensional de estas moléculas.

Ahora bien, para conocer más de cerca el papel activo del agua, los expertos han ido añadiendo las moléculas de agua de una en una para ver cómo se comportaba el antígeno Tn, observando que añadiendo una sola molécula de agua era suficiente para que cambiara la estructura de los dos antígenos, y de hecho, el agua se localizaba en diferentes partes de la molécula.

"Es probable que las diferentes conformaciones del antígeno Tn den lugar a interacciones distintas con receptores celulares y anticuerpos, y la compresión de estas estructuras puede facilitar el diseño de herramientas de detección más eficaces y fármacos anticancerígenos. Este trabajo en concreto está dentro de un proyecto a largo plazo que está encaminado a intentar generar potenciales vacunas contra el cáncer", ha dicho el investigador.

Ahora bien, ha reconocido que el "gran problema" que tiene esta molécula, el antígeno Tn, es que también lo tenemos naturalmente en el cuerpo, con lo cual la respuesta inmune del cuerpo es muy baja porque nuestro cuerpo no lo ve como un agente extraño. "Sin embargo, sí que hemos observado que si aumenta la concentración de esta molécula, se trata de que el cáncer está desarrollado. Podemos seguir la evolución de esta molécula para conocer el nivel de desarrollo del cáncer", ha zanjado Cocinero.