Estirar es más efectivo que caminar para reducir la hipertensión, pero no para disminuir grasa corporal

Un hombre hace estiramientos en una playa de A Coruña, Galicia (España), a 10 de enero de 2021.
Un hombre hace estiramientos en una playa de A Coruña, Galicia (España), a 10 de enero de 2021. - M. Dylan - Europa Press
Publicado: sábado, 16 enero 2021 8:14

MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio de la Universidad de Saskatchewan (Canadá) ha descubierto que los estiramientos son mejores que caminar enérgicamente para reducir la presión arterial en personas con hipertensión o que corren el riesgo de desarrollar niveles elevados de presión arterial.

Caminar ha sido durante mucho tiempo la 'receta' elegida por los médicos que tratan de ayudar a sus pacientes a reducir su presión arterial. La presión arterial alta (hipertensión) es uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares y uno de los principales factores de riesgo prevenibles que afectan a la mortalidad general.

Este nuevo hallazgo, publicado en la revista científica 'Journal of Physical Activity and Health', muestra que los estiramientos deberían formar parte de un plan de tratamiento completo para las personas que luchan contra la hipertensión.

"Todo el mundo piensa que estirar es simplemente estirar los músculos. Pero cuando se estiran los músculos, también se estiran todos los vasos sanguíneos que alimentan al músculo, incluyendo todas las arterias. Si se reduce la rigidez de las arterias, hay menos resistencia al flujo sanguíneo, que aumenta la presión arterial", explica el líder del estudio, Phil Chilibeck.

Aunque estudios anteriores han demostrado que los estiramientos pueden reducir la presión arterial, esta investigación es la primera en realizar una comparación cara a cara en el mismo grupo de participantes.

Los investigadores asignaron aleatoriamente a 40 hombres y mujeres mayores (con una edad media de 61 años) a dos grupos durante las ocho semanas del estudio: uno hizo una rutina de estiramiento de todo el cuerpo durante 30 minutos al día, cinco días a la semana; y el otro grupo caminó enérgicamente durante la misma cantidad de tiempo y con la misma frecuencia. Todos los participantes tenían presión arterial elevada, o hipertensión de etapa 1, al comienzo del estudio.

Antes y después del estudio, midieron la presión arterial de los participantes mientras estaban sentados, acostados y por más de 24 horas usando un monitor portátil, considerado como el estándar para la medición precisa de la presión arterial. El estiramiento resultó en mayores reducciones de la presión arterial en los tres tipos de medición. Sin embargo, los que caminaban perdieron más grasa corporal de su cintura en el estudio de ocho semanas.

Según estos científicos, en base a sus hallazgos, las personas que caminan para reducir su presión arterial alta deben continuar haciéndolo, pero también añadir algunas sesiones de estiramiento.

"No quiero que la gente termine de leer nuestra investigación pensando que no deberían hacer algún tipo de actividad aeróbica. Cosas como caminar, andar en bicicleta o esquiar a campo traviesa tienen un efecto positivo en la grasa corporal, los niveles de colesterol y el azúcar en la sangre", reflexiona Chilibeck.

Mientras que el protocolo del estudio tenía a los participantes estirando durante 30 minutos cada vez, Chilibeck sospecha que los mismos beneficios se pueden lograr haciendo una rutina más corta que enfatice los grupos de músculos más grandes en las piernas, particularmente los cuádriceps y los tendones de la corva. El yoga produce reducciones similares en la presión arterial.

La ventaja de los estiramientos, según Chilibeck, es que son tan fáciles de incorporar a la rutina diaria de una persona. No estás a merced del clima y es bueno para tus articulaciones, una gran ventaja para las personas con osteoartritis. Y no requiere una gran inversión de tiempo, otra barrera para el ejercicio para muchas personas. "Cuando te relajas por la noche, en lugar de sentarte en el sofá, puedes tirarte al suelo y estirarte mientras ves la televisión", señala el científico.

Chilibeck y sus colegas buscan ahora financiación para hacer un estudio más grande con más participantes. Les gustaría ampliar el alcance más allá de la medición de la presión sanguínea para explorar algunas de las razones fisiológicas por las que el estiramiento reduce la presión sanguínea, como la rigidez arterial y los cambios en el sistema nervioso del cuerpo.