La endocarditis infecciosa cambia su epidemiología en los últimos 10 años

Actualizado: martes, 5 abril 2011 14:12

MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

La infección de las válvulas del corazón o endocarditis infecciosa ha cambiado su perfil epidemiológico en los últimos 10 años, ya que ha aumentado la edad del paciente tipo y se han detectado nuevos gérmenes desencadenantes de la misma, según han resaltado diferentes expertos durante la última reunión científica del American College of Cardiology, que se celebra en Nueva Orleans (Estados Unidos).

La enfermedad se produce por la llegada de microorganismos circulantes al torrente sanguíneo y a la superficie de las válvulas anómalas, y la lesión característica es la vegetación que se desarrolla habitualmente en las válvulas cardiacas.

Aunque hace unos años el paciente que sufría esta enfermedad solía ser un varón mayor de 50 años, el envejecimiento de la población ha propiciado que el huésped de la endocarditis infecciosa supere los 65 años, e incluso alcance a personas de más de 80 años.

Del mismo modo, también ha cambiado el tipo de válvula infectada ya que se trata de una patología ya no es exclusiva de válvulas anormales o con alguna lesión endotelial.

De hecho, los cardiólogos han observado que las válvulas aparentemente normales se infectan con mayor frecuencia que las anormales, debido a que el perfil microbiológico ha cambiado, probablemente a causa del progreso médico.

Actualmente, los gérmenes son más virulentos (hay más estafilococos que estreptococos) y no necesitan que la válvula esté enferma para instalarse.

Asimismo, ha aparecido una nueva categoría epidemiológica de endocarditis según el modo de adquisición, la endocarditis asociada a cuidados sanitarios nosocomial, aquella que se contrae en residencias o asilos, en centros de diálisis, al recibir medicación intravenosa en casa.

La vía de infección de estos pacientes suele ser un catéter que llevan implantado, de ahí que sea importante tener presente que estos sujetos están expuestos a un mayor riesgo de sufrir endocarditis infecciosa que los pacientes comunitarios (los que contraen la enfermedad en el hospital).

"Todas estas observaciones son interesantes fundamentalmente para prevenir el foco de infección, incrementando la asepsia a la hora de manipular los catéteres, y para dar especial relevancia al lugar donde se ha contraído el germen, y así poder administrar el tratamiento antibiótico adecuado", ha explicado el doctor Isidre Vilacosta, cardiólogo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).