Detectar los cambios químicos en el cerebro de personas sanas puede ser clave para frenar el Alzheimer

Actualizado: jueves, 25 agosto 2011 15:28

MADRID, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

Investigadores han descubierto cambios bioquímicos en el cerebro de personas sanas que podrían ser una pista sobre el posterior desarrollo de Alzheimer, según un estudio publicado en la versión digital de 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología.

El estudio ha analizado imágenes cerebrales de 311 personas de entre 70 y 80 años sin problemas cognitivos, procedentes del 'Mayo Clinic Study of Aging', que utiliza una técnica de imagen cerebral avanzada, llamada espectroscopia de resonancia magnética para ver si hay alteraciones en los diferentes metabolitos cerebrales que pueden ser biomarcadores la enfermedad de Alzheimer.

Otra de las técnicas empleadas fue la Tomografía por Emisión de Positrones (PET, por sus siglas en ingés) para evaluar el nivel de los depósitos de beta-amiloide, o placas, en el cerebro que son uno de los primeros signos de cambios en el cerebro provocados por el Alzheimer. Asimismo, los participantes recibieron también pruebas de memoria, lenguaje y otras habilidades.

"Hay una creciente evidencia de que el Alzheimer se asocia con cambios en el cerebro que comienzan muchos años antes de desarrollar los síntomas", asegura el doctor Jonathan M. Schott del Centro de investigación de la demencia de la University College de Londres (Reino Unido).

Según Schott, "si se pueden identificar a las personas con riesgo de desarrollar Alzheimer cuando haya empezado el proceso de la enfermedad pero sin haber desarrollado los síntomas, se podrán desarrollar nuevos tratamientos para prevenir o retrasar el inicio de la pérdida de memoria y el cognitivo".

El estudio mostró que el 33 por ciento de los participantes tenían niveles significativamente más altos de los depósitos de beta-amiloide en sus cerebros. Además, las personas con altos niveles de colina y creatina fueron más propensas a tener puntuaciones más bajas en varias de las pruebas cognitivas, independientemente de la cantidad de depósitos de beta-amiloide en sus cerebros.

"Esta relación entre los depósitos de beta-amiloide y los cambios metabólicos en el cerebro son la prueba de que algunas de estas personas pueden estar en las primeras etapas de la enfermedad", explica el autor del estudio Kejal Kantarci, profesor de la Mayo Clinic en Rochester, Minnesota (Estados Unidos).

"Es necesario investigar más para seguir a la gente durante un período de años y determinar cuáles de estas personas llegan a padecer la enfermedad y cuál es la relación entre los depósitos de amiloide y los metabolitos", concluye Kantarci.