La ecografía detecta malformaciones urológicas a los tres meses de embarazo, según un experto

Actualizado: martes, 18 abril 2006 14:27

MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

A los tres meses de embarazo, la ecografía es capaz de detectar malformaciones urológicas como la dilatación de riñones (hidrofrenosis) o la dilatación del ureter (ureterohidroefrosis), asegura el coordinador del Grupo de Urología Pediátrica de la Asociación Española de Urología (AEU), el doctor Andrés Gómez Fraile. El doctor Gómez afirma que la ecografía es una herramienta de diagnóstico que ha aumentado significativamente la detección de múltiples problemas antes de presentar síntomas, informó hoy la AEU en un comunicado.

La dilatación de los riñones afecta a uno de cada 1.000-3.000 recién nacidos. "Cada vez es más frecuente que acudan niños a la consulta sin síntomas con un diagnóstico de dilatación del riñón o de la vía escretora", señala el doctor Gómez, "pero no todos los riñones dilatados están obstruidos; aproximadamente, un tercio de los casos precisa cirugía porque se debe a un reflujo", agrega.

El reflujo vésico-ureteral es otra enfermedad urológica frecuente entre los más pequeños. Consiste en el desplazamiento ascendente de la orina desde la vejiga a los uréteres y, en caso de infección de orina asociada, puede provocar lesiones en el riñón. El doctor Gómez subraya que "la mayoría de los reflujos se suelen diagnosticar tras cuadros de infecciones urinarias, aunque actualmente pueden sospecharse prenatalmente mediante ECO". Un alto porcentaje de los que se detectan prenatalmente o en edades muy tempranas, independientemente del grado del reflujo, pueden resolverse en el crecimiento, según el doctor.

Por otra parte, entre las patologías urológicas más frecuentes en la infancia se encuentran las infecciones urinarias, la incontinencia de orina y las alteraciones en los genitales externos. Las infecciones urinarias afectan al 4% de los niños españoles en edad escolar; el 15% de los niños con cinco años tiene escapes de orina durante el sueño; y el 1% de los niños sufre criptorquidia o falta de descenso de uno o ambos testículos a la bolsa escrotal.