La dieta mediterránea y los hábitos saludables mejoran la fertilidad

Reproducción asistida, óvulo, fecundación
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Actualizado: lunes, 10 diciembre 2012 11:22

VALENCIA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

Expertos del Centro Médico de Reproducción Asistida (CREA) han indicado este sábado que seguir la dieta mediterránea y asumir hábitos saludables, como hacer ejercicio moderado de forma regular, dejar el tabaco y el alcohol y evitar el estrés, influyen de forma positiva en la mejora de la capacidad reproductiva.

La codirectora de CREA, la doctora Carmen Calatayud, ha explicado que diversos estudios confirman que la dieta mediterránea, rica en verduras, legumbres, aceite y pescado está relacionada con una disminución de los problemas disovulatorios, una mejora en el desarrollo embrionario y fetal, y un aumento, por tanto, de la tasa de gestación en los ciclos de reproducción asistida.

Además, ha advertido de que el estrés, las dietas desequilibradas, los hábitos tóxicos y la vida sedentaria son factores negativos para la fertilidad, mientras que el consumo moderado de café "no parece que altere la capacidad reproductiva, si bien la mayoría de las sociedades aconsejan limitar el consumo de cafeína en las mujeres embarazadas o que estén intentando conseguir gestación".

El estrés también tiene sus efectos nocivos sobre la fertilidad, ya esté relacionado con la situación personal o profesional del individuo o con el diagnóstico y tratamiento de la esterilidad. Se ha observado que el pronóstico de los tratamientos de reproducción asistida es peor en mujeres sometidas a altos niveles de estrés.

En el caso del varón, el estrés puede alterar la calidad seminal y se erige como la principal causa de abandono de los tratamientos de reproducción asistida. "Por estas razones, es importante que las parejas puedan tener un adecuado asesoramiento psicológico en relación a las alteraciones emocionales ligadas a la esterilidad", ha recomendado la doctora.

TABACO Y ALCOHOL

Por otro lado, desde CREA destacan los indicios "suficientemente alarmantes" de los efectos nocivos del tabaco sobre la fertilidad e invitan a los pacientes a "a abandonar su consumo, desmontando la extendida y falsa creencia de que en caso de embarazo, es peor la ansiedad provocada por no poder fumar, que el hábito tabáquico moderado".

En concreto, alertan de que en la mujer el tabaco afecta negativamente a nivel de ovario, trompa, útero, embrión, feto y recién nacido. También hay evidencias de un efecto deletéreo del tabaco sobre la espermatogénesis en el hombre.

En cuanto al alcohol, su consumo se ha relacionado en el caso de la mujer con retraso del crecimiento folicular, alteración de la maduración del ovocito, disminución de la fertilidad, menor tasa de fecundación e implantación y aumento de abortos. Respecto al hombre, la ingesta alcohólica se traduce en una reducción de la cantidad y movilidad de los espermatozoides, así como en un aumento de espermatozoides anormales.

Con todos estos datos, "podríamos decir que existen pruebas suficientes para recomendar a las parejas que tratan de quedar embarazadas que deben limitar e incluso abstenerse de consumir alcohol antes de la concepción y durante el embarazo", señala Calatayud.

ACTIVIDAD FÍSICA Y PESO

Asimismo, la actividad física moderada practicada de forma regular puede ser beneficiosa para la salud reproductiva por el efecto que tiene en el control del peso, en la disminución del estrés y en el aumento de la autoestima. Por el contrario, alerta la doctora Calatayud, "el exceso de actividad física puede aumentar el riesgo de infertilidad, debido a alteraciones en el eje hipotálamo-hipofisario, responsable del equilibrio y funcionalidad hormonal".

También la obesidad puede afectar negativamente a las funciones del ovario, a la calidad ovocitaria y endometrial, y a la ovulación, mientras que la mujer con bajo peso pude presentar retraso en la menarquia, anovulación y alteración de los ciclos menstruales.