Discriminación de mujeres en el acceso a los ensayos clínicos y en la valoración de los efectos secundarios de fármacos

Jornada 'Salud y mujer: un enfoque diferencial'
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 20 abril 2017 13:42

   MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Expertos reunidos en la 68 Jornada de la Fundación para la Investigación en Salud (FUINSA), celebrada bajo el título 'Salud y mujer: un enfoque diferencial', han denunciado que las mujeres tengan una menor en los ensayos clínicos y que no se suela estudiar los efectos que les producen los fármacos, a pesar de que se sabe que en ellas los medicamentos pueden actuar de forma diferente que en los hombres.

   Y es que, aunque en el año 1993 la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) levantara la prohibición, establecida en los años 70, para que las mujeres participasen en los ensayos clínicos, actualmente sigue habiendo un desequilibrio entre el número de hombres y mujeres que acceden a los mismos.

   Además, tal y como ha explicado la doctora y profesora del Instituto Universitario de Estudios de la Mujer (IUEM), Rosario López, la desigualdad se observa también en los estudios epidemiológicos porque, y a pesar de que los datos de incidencia y mortalidad sí suelen estar diferenciados en sexo, los síntomas, la evolución o los efectos secundarios de los tratamientos no se analizan por separado.

   Esta "discriminación" se explica, a juicio de la directora del Programa Mujer, Salud y Calidad de Vida y presidenta del Centro de Análisis y Programas Sanitarios (CAPS), Carme Valls i Llobet, por los sesgos y estereotipos que han girado en torno a la salud de la mujer. "Hubo un tiempo en el que la gente pensaba que las mujeres no podían tener un infarto y por eso no se incluían en los ensayos, ya que se pensaba que muchos de los síntomas eran algo biológico e, incluso, psicológico", ha lamentado.

   Una creencia que, además, ha propiciado que a las mujeres se les suela medicalizar en sus procesos naturales, como por ejemplo, el embarazo, la menstruación o la menopausia, en lugar de realizar una "adecuada" asistencia sanitaria que permita conocer los motivos reales de los síntomas.

   De hecho, tal y como ha avisado, se ha demostrado que los efectos tóxicos de los medicamentos pueden ser mayores en las mujeres que en los hombres. "Por ejemplo, ya sabemos que existe un efecto doble de toxicidad hepática en las mujeres y que el consumo de tabaco puede producir osteoporosis, algo que en los hombres no ocurre", ha apostillado Valls i Llobet.

LA ABSORCÍÓN Y ELIMINACIÓN DE LOS FÁRMACOS ES DISTINTA

   Estas declaraciones han sido corroboradas por el jefe del servicio de Farmacología Clínica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Emilio Vargas, quien ha informado de que los cambios en la farmacocinética y farmacodinámica son diferentes entre los hombres y las mujeres.

   Algunas de estas diferencias se deben a los procesos biológicos propios de las mujeres, como el embarazo, lactancia, menstruación, menopausia o uso de anticonceptivos, si bien también existen otras que hacen que la farmacodinámica de un medicamento sea distinta. En concreto, si se analiza la absorción del fármaco por el tubo digestivo, se observa que la velocidad de tránsito es menor en las mujeres, al igual que cuentan con menos proteínas transportadoras y enzimas digestivas y tienen un mayor ph gástrico.

   En cuanto a la distribución por el organismo, el doctor Vargas ha explicado que el menor tamaño corporal y la mayor grasa en el cuerpo que tienen las mujeres, respecto a los hombres, hace que el volumen de distribución de fármacos hidrosolubles sea menor y, por el contrario, mayor cuando se trata de medicamentos liposolubles.

   La metabolización de los fármacos también es diferente, al igual que la eliminación de los mismos. "Por ejemplo, las mujeres eliminan más despacio el paracetamol o los ansiolíticos. Además, al tener menos masa renal, menos flujo plasmático y menos secreción tubular tienen un menor aclaramiento renal. Por tanto, es una realidad de que los efectos de los fármacos son diferentes y, por ello, debemos exigir que haya un mayor desarrollo de los medicamentos en las mujeres y que los profesionales sanitarios evalúen sus efectos con el fin de que la práctica farmacoterapéutica se ajuste a las necesidades y realidades de las mujeres", ha enfatizado el doctor Vargas.

   Asimismo, la doctora López ha añadido también la necesidad de establecer líneas prioritarias de investigación con suficiente financiación en salud de la mujer que permitan revisar los patrones de síntomas y evolución de las enfermedades y, al mismo tiempo, se realicen estudios con datos del mundo real para conocer la actuación de los tratamientos, en cuanto a eficacia y seguridad se refiere, y se transfiera el conocimiento a la sociedad y a los profesionales sanitarios. "La mayoría de los fármacos que se retiran por efectos secundarios es porque se han producido en las mujeres", ha apostillado.

   La preocupación por la salud de las mujeres ha sido también compartida por el secretario general de Sanidad y Consumo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Javier Castrodeza, quien ha reconocido la intención del departamento que dirige Dolors Montserrat por avanzar en la capacitación y análisis para tener un mayor conocimiento sobre las patologías de la mujer.

   Finalmente, la jefa de área de la Subdirección General de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, Carmen del Castillo, ha asegurado que la integración del término de 'salud de la mujer' en los programas generales de salud pública es un requisito "esencial y de obligado cumplimiento".

    "Desde el Ministerio tenemos especial interés por los medicamentos destinados a la mujer y en los registros de pacientes ya se está empezando a diferenciar por sexo para ver la evolución de los tratamientos en los enfermos", ha zanjado Del Castillo.